Con dramáticos y emotivos testimonios, pacientes de cáncer y de otras enfermedades crónicas, pidieron hoy, Viernes, al Departamento de Salud que ponga en marcha la nueva política pública que establece el uso medicinal del “cannabis” en Puerto Rico.

Aunque con cambios, le dieron el aval al reglamento que confecciona la dependencia pública para dar paso a la orden ejecutiva del gobernador Alejandro García Padilla que dispuso el uso terapéutico de la marihuana. 

La mayoría de las recomendaciones fueron dirigidas a que se evite un monopolio comercial con el cultivo de la planta y a que se incluya a los niños en el tratamiento, ya que el borrador establece que todo paciente autorizado deberá ser mayor de 18 años, residente en Puerto Rico y no haber sido convicto de ningún delito grave o de depravación moral.

Más de una docena de ponentes, algunos acompañados de organizaciones que favorecen el uso del cannabis y de asesores legales, participaron hoy en las vistas públicas en las que la ciudadanía podía expresarse en torno al reglamento. La audiencia, que se llevó a cabo en el salón Guillermo Arbona, del Departamento de Salud, fue dirigida por el abogado Jan Carlos Bonilla, contratado como examinador privado.

“Mi hija estuvo casi tres años luchando contra la leucemia AML. Si yo hubiese encontrado el cannabis al principio de su enfermedad, la historia hubiera sido distinta…”, narró Yanira Ojeda Rodríguez, madre la niña Sara Marie Pedregón, quien falleció el pasado 17 de agosto.

La madre sostuvo que la niña de cinco años usó el cannabis por nueve meses y “hasta el final ella habló y comió, algo que en esa etapa de la enfermedad ningún niño puede hacer”.

Ojeda Rodríguez clamó porque se incluya a los menores de edad en el reglamento “para que los niños pacientes de cáncer tengan la misma oportunidad”. 

“No podemos seguir permitiendo que más vidas se pierdan lejos de su familia por el capricho de no brindarles acceso a nuestros infantes a un producto que el mismo gobierno está reconocimiento como medicinal”, expuso Pedro Colón, de la organización salubrista Intercambios Puerto Rico.

Colón abogó también porque se incluyan otras enfermedades como el glaucoma, abuso de sustancias y la hepatitis C, entre otras. Asimismo, solicitó que el Departamento de Salud “permita que se abran los mercados locales, cooperativas, clubs de cannabis y el autocultivo entre los pacientes”.

“Preocupa que el reglamento y las empresas que han mostrado interés en establecerse en la Isla, presenten un lenguaje sumamente restrictivo”, indicó.

“La mayoría de las preocupaciones de nosotros son el monopolio y oligopolio, y lo que nos puede causar eso como pacientes ya que esto no lo va a cubrir ningún plan médico y saldrá de nuestros bolsillos. Esto se puede prestar para mucho juego, incluso el juego político”, aseveró, por su parte, Gerardo Campos Díaz, quien fue diagnosticado en 2011 con leucemia mieloide y cuyo tratamiento con quimioterapia oral tiene un costo de $8 mil mensuales.

“Se supone que al año de estar tomando el medicamento hubiera caído en remisión, pero no he logrado eso porque la quimioterapia me está matando”, relató con voz entrecortada. Agregó que con la orden ejecutiva ha visto “una luz al final del camino”, pues una de las alternativas que había estado estudiando es la terapia con aceite de cannabis “que se ha comprobado que mata las células cancerosas”. 

Ismael Ortiz Rodríguez, paciente de Linfoma de Hodgkin y portavoz de la Alianza Cannabis Inc., expresó también que el reglamento propuesto “crea un monopolio que limita a los pacientes y margina al empresario puertorriqueño en momentos de una profunda crisis económica”.

Ortiz Rodríguez, quien hace dos años está en remisión de la enfermedad, dijo que hay sistemas de la marihuana medicinal que han sido exitosos, y mencionó el caso del estado de Washington, dónde el recibió su tratamiento de extractos de TCH. “Ese sistema comenzó en el 1996 y resultó ser tan exitoso que el mismo pueblo pidió el uso recreacional”, sostuvo. 

Madeline Rivera es maestra de profesión y contó que hace tres años se le diagnosticó esclerosis múltiple y tuvo que abandonar el salón de clases. Dijo que después muchos estudios científicos e investigación decidió, comenzar a usar el cannabis vaporizado “asumiendo el único riesgo de ser ilegal”.

“El reglamento excluye el cannabis fumado y me preocupa el hecho de no poder consumir el cannabis fumado cuando así lo necesite. En mi caso, cuando el cuerpo se torna débil, que las piernas no lo sostienen y no puedo levantar los brazos, una vez fumo, en menos de 15 minutos, me siento completamente bien”, relató Rivera, aunque reconoció que está consciente de que el cannabis no cura su condición.

Mientras, el agrónomo, Raúl Mari Fernández argumentó que el reglamento “deja fuera” a los agrónomos. “Está dejando fuera al profesional que tiene conocimiento especializado en la materia”, sostuvo.

Planteó que el reglamento “es discriminatorio” al excluir del tratamiento a personas que hayan cometido delitos que impliquen depravación moral. 

Por su parte, la directora de la División Legal del Departamento de Salud, Mayra Maldonado Colón, quien presenció la audiencia pública, dijo que después del 10 de septiembre, una vez se reciban todas las ponencias orales y escritas, el oficial examinador evaluará las recomendaciones de los ponentes y le someterá un informe a la secretaria Ana Ríus. Ésta determinará las recomendaciones que serán acogidas.

La asesora legal explicó que una vez se haya finiquitado el reglamento, se presenta al Departamento de Estado y en un plazo de 30 días se convierte en oficial. “Hay más de 60 estudios que se tomaron en consideración para determinar qué enfermedades debilitantes íbamos a incluir en el reglamento. Esto ha sido un proceso abarcador y como cualquier otro reglamento, no está escrito sobre piedra, permite cambios. Es con lo que vamos a empezar”, sostuvo la abogada.

Se espera que la estructura de este programa terapéutico, que incluiría el cultivo, producción, fabricación, dispensa e investigación de la marihuana medicinal, podría comenzar a finales de este año con la siembra del “cannabis” siguiendo una serie de protocolos y restricciones a cargo del Departamento de Agricultura.

Algunos de los puntos estipulados en el reglamento

· Todo paciente autorizado deberá ser mayor de 18 años, residente en Puerto Rico y no haber sido convicto de ningún delito grave o de depravación moral.

· Salud solo permitirá el uso de marihuana medicinal para una serie de condiciones y síntomas, incluyendo cáncer, VIH/Sida, esclerosis lateral amiotrófica y esclerosis múltiple, enfermedad de Crohn, fibromialgia, Alzheimer, artritis y artritis aeumatoidea, trastornos de ansiedad, epilepsia, Parkinson, anorexia, migraña, lesiones en el cordón espinal y hepatitis C. También incluye otras condiciones con los siguientes síntomas: caquexia (incapacidad para metabolizar alimentos), dolor crónico, náuseas severas y espasmos musculares persistentes.

· Las modalidades de “cannabis” terapéutico permitido serán las siguientes: pastillas, gotas orales, inhaladores orales, tópicos, unguentos, cremas y vaporización (no fumado).

· Los pacientes necesitarán la autorización de sus médicos, quienes deberán emitir una certificación escrita que detalle la condición del paciente y el tiempo en que debe recibir el uso medicinal de la marihuana. La recomendación médica tendrá una vigencia máxima de un año, con la posibilidad de ser renovada.

· Los pacientes solo podrán usar la marihuana medicinal en la privacidad de sus hogares.

· Los pacientes en necesidad de ello podrán tener un acompañante autorizado que lo asistirá en este proceso. El acompañante también deberá ser certificado por Salud y reunir una serie de requisitos, como ser mayor de 21 años y no haber violado alguna ley o reglamento de sustancias controladas, entre otras exigencias.

· Los médicos que recomienden este producto para sus pacientes también deben ser autorizados por Salud y tomar una serie de adiestramientos.

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