Fueron 125 los empleados de la Superintendencia del Capitolio, contratados durante la pasada administración, que esta tarde recibieron cartas de cesantía con efectividad inmediata.

La comunicación a la que tuvo acceso Primera Hora se ampara en el Artículo XX1 (C) del Reglamento para la administración de personal de la Superintendencia del Capitolio que establece que “la autoridad nominadora podrá en cualquier momento dar por terminados... los servicios de cualquier empleado. En estos casos, tratándose de empleados de posición[es] de libre selección y libre remoción en el servicio exento a los que no se le[s] formula imputación alguna, la autoridad nominadora no tendrá que exponer sus razones para su decisión".

“En atención a lo anterior, se le informa que su empleo en la Superintendencia del Capitolio cesará efectivo al día de hoy. Anejada a esta comunicación se encuentra una lista de los documentos que deberá llevar a la Oficina de Recursos Humanos para procesar el pago de la liquidación de cualquier balance de licencias que tenga derecho a reclamar”, añade la misiva firmada  por el superintendente, el ingeniero Wilfredo Ramos García.

Uno de los cesanteados, que se identificó solo por el nombre de Juan, dijo que ya estaban esperando los despidos. “¿Qué se puede hacer? Esto viene con el cambio de Gobierno”, indicó el ahora exempleado, que bajaba del área de la Superintendencia con una caja en la que llevaba sus artículos personales. 

El joven, con preparación en Administración de Hoteles y Restaurantes, laboraba desde hace un año en Recursos Humanos. 

Mientras, el presidente de la Cámara de Representantes, Carlos "Johnny" Méndez, dijo desconocer de los despidos y sus razones, ante las preguntas de Primera Hora.

El superintendente del Capitolio, Wilfredo Ramos García, por su parte, dijo que esta acción se trata de un proceso “normal, legal, ordenado y sobre todo necesario durante estos tiempos”.

“Reconocemos que no es un proceso fácil, pero es necesario realizar estos ajustes. Dicha acción se ha tomado de manera responsable y no por motivo de afiliación o ideología”, indicó Ramos García, quien aseguró que en su antiguo trabajo –en la industria privada–  “yo cambiaba seres humanos por robots”. Añadió que lo que busca es una operación costo-efectiva.

Al Primera Hora preguntarle si las 125 plazas serían llenadas con nuevos empleados respondió que “eso no está dentro de los planes míos”.

El movimiento de personal, aseguró, responden a que estamos “reevaluando todas las posiciones para no tener duplicidad” y que al momento no se proyectaban más despidos.

Un guardia de seguridad que recogió su carta de cesantía hoy salió cabizbajo de lo que fue su lugar de trabajo por los pasados cuatro años. Su pena aumentaba al indicar que es padre de dos niños que cursan escuela elemental e intermedia.

“Si no aparece nada más, tendré que coger el desempleo y la liquidación hasta que dé”, confesó el hombre, quien entregaría el uniforme que lo identificaba como perteneciente a la División  de Seguridad Interna de la Superintendencia.

La Superintendencia del Capitolio, según la exposición de motivos para su creación, es la entidad “con capacidad jurídica para adquirir por título bienes inmuebles y encargada de la conservación, mantenimiento, ampliación, construcción, remodelación y actividades análogas requeridas para mantener en óptimas condiciones la planta física y los alrededores del Capitolio Estatal”.

Hace unas semanas los rumores de cesantías en la Superintendencia del Capitolio tomaron fuerzas, pero se indicó –en aquel momento– que se trataba de renovaciones de algunos contratos.