El amor vuelve a triunfar.

Miradas cómplices, agarrados de la mano o arreglándose una corona o tiara, unas 25 parejas de la comunidad LGBTT decidieron dar el “sí” en el Colegio de Abogados de Puerto Rico o, en su lugar, marcar un año de la boda masiva tras la legalización de estos matrimonios.

Entre familiares, invitados y representantes de la comunidad LGBTT, se destacaba la presidenta de la Fundación de Derechos Humanos, Ada Conde, quien junto a su esposa Ivonne Álvarez han llevado la lucha férreamente para que se reconozca el derecho al amor, sin importar identidad de género u orientación sexual.

Álvarez era toda sonrisas al afirmar que “aquí estamos viviendo un día más de felicidad, uno de esos días en los que veo las expresiones de la pareja y la felicidad es tan grande… es indescriptible, tanto de los que van a celebrar su primer año de matrimonio como los que se están casando hoy”.

La marcha nupcial marcó el inicio de la ceremonia, al son de violín y violoncello, mientras representantes de diversos grupos religiosos escoltaban a la primera pareja en contraer nupcias. En total, cuatro parejas de mujeres decidieron unir sus vidas legalmente, mientras el resto renovaba votos.

“Yo veo que esto es un proceso de educación”, dijo Álvarez. “Es una maravilla y, ciertamente, el amor triunfa y seguiremos luchando”.

Uniones a prueba de fuego

Conde, por su parte, recalcó que “estamos en una celebración de amor y es importante que se mantenga en la memoria colectiva del pueblo. Estas son parejas que a pesar de haber sido perseguidas, contra todo discrimen dieron la lucha y dijeron presente para contraer matrimonio. Es importante que continuemos esta celebración y más importante aún es que estamos dando una lección bien grande a Puerto Rico porque aquí hay representantes de todas las religiones –menos, obviamente, la católica- que, unidos, representan la mayoría religiosa de este país y dan un mensaje de amor, de unidad, respeto, a toda persona que ame a otra”.

La prohibición a los matrimonios gay fueron derogados por el Tribunal Supremo de Estados Unidos en una histórica decisión emitida en junio de 2015.

Al son de “Over The Rainbow”, las parejas fueron desfilando ante la mirada de oficiales, representantes de todas las denominaciones religiosas y amigos, y en las mesas diversas parejas se besaban, se tomaban de la mano o simplemente conversaban en voz baja, celebrando uno de los momentos más importantes en la vida de dos personas que se aman y, que ahora pueden expresarlo ante cualquier foro, como debe ser.