GURABO. Mientras Francisco Lindor se mezclaba entre los niños de la Escuela Villa Marina, desde la distancia observaba atenta María Mila Serrano, la progenitora del destacado pelotero.

Ella no podía dejar de sonreír con orgullo al percatarse que su hijo se ha convertido de toda una celebridad. Doña María quiso ser parte de la visita de Lindor al lugar donde cursó hasta sexto grado y, por ello, hizo la travesía desde Cleveland para estar a su lado.

“Estoy emocionada porque hace mucho tiempo que no estábamos aquí. Él (Lindor) está emocionado, casi no ha dormido. Esto para él es el sueño de su vida”, compartió Serrano.

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Lindor y el resto de los Indios de Cleveland arribaron a Puerto Rico la noche del domingo para una serie de dos partidos contra los Mellizos de Minnesota en el Estadio Hiram Bitorn. Aunque tuvo la oportunidad de representar a su patria en el pasado Clásico Mundial de Béisbol, no será hasta la noche del martes cuando cumpla el anhelo de jugar frente a sus compatriotas.

“Decía que estaba cerca del día de venir para representar a Puerto Rico. Los últimos días antes de venir para acá era peor”, dijo la madre de Lindor con una sonrisa.

Asimismo, no pudo ocultar el orgullo que siente de su hijo tenga el deseo de compartir con la comunidad que lo vio crecer.

“Me siento demasiado orgullosa de él. Esto es algo innato en él, sale de él y así mismo lo demuestra. Ese es mi bebé. No me molesta la atención que recibe, debe ser así”, resaltó.

Doña María estará en la gradas del Bithorn para ser testigo del momento cuando Lindor salga al terreno de juego.

“Mis emociones serán inmensas. Creo que él se quedará ahí congelado mirando. No sé cómo reaccionará cuando llegue al terreno, pero estoy segura que hasta una lágrima le saldrá. Está loco por escuchar los panderos”, sostuvo.