Unos no quieren saber del Capitolio ni en pintura y otros se acomodarán en el “servicio público” con buenos contratitos. Algunos montarán negocios privados y habrá hasta quien coja los cupones.

Son los “honorables” que no lograron el favor del pueblo el 6 de noviembre y ahora quedan desempleados.

Ya no recibirán dietas por ir a trabajar ni podrán pedir menús a la carta en el Salón Café. Tampoco tendrán un chofer que los carretee pa’ arriba y pa’ abajo.

Pero no se van con las manos vacías. Algunos se llevan los vehículos que lograron adquirir con fondos públicos mediante un estipendio mensual. Los senadores recibían un car allowance de $1,460 mensuales y los representantes de la Cámara hasta un máximo de $1,450, dependiendo la distancia que recorrían desde sus respectivos distritos hasta la Legislatura. Estos tenían la opción de escoger entre el estipendio o un carro oficial de la flota de la Cámara.

¿Qué van a hacer en enero? ¿Tienen ofertas de trabajo? ¿Se llevan el carro?

Lornna Soto

Primero voy a dedicarme a mis hijos, a ser estudiante de derecho y luego evaluaré ofertas profesionales. Hay ofertas en todas partes. Llevo aquí 16 años, ocho fui senadora, cinco asesora y cuatro trabajé con los municipios. Estaré por ahí... El carro... ¿por qué lo voy a vender? Voy a estar con el vehículo. Cuando yo llegué aquí era profesional.

Roger Iglesias

Estaré regresando a las cosas que sé hacer, que puedo hacer y que la ley me permita hacer. No tengo nada en particular (ofertas de trabajo). Es posible que vuelva a montar mi negocio (de consultoría) y el restaurante que tuve en algún momento. Es posible (regresar al Capitolio en un puesto de asesor). No descartamos ayudar a alguien con o sin paga. (Sobre el vehículo) Yo traje mi carro.

Ramón Díaz

Voy a atender a mi familia y seguir trabajando. Tengo ofertas de trabajo en Caguas... Vuelvo a la empresa privada. Tenía negocio propio y pienso volver a montarlo con el favor de Dios. Me quedo con el vehículo (una Yukon).

Melinda Romero

No sé... viendo a ver... Ahora estoy en neutro. Esperando que pase la Navidad para no tener ningún estrés...

Lucy Arce

Voy a seguir haciendo lo que siempre he hecho que es seguir trabajando y atender a mi familia.

Luis Daniel Muñiz

Vuelvo a mi vocación educativa. Estaba en licencia (del Departamento de Educación) y voy a cumplir con lo que establece la ley. Tengo una licencia federal de locutor y me encanta la radio. Probablemente haga algo de eso como parte de mis hobbies. También canto música típica y pienso reintegrarme a la cultura. Si me quedo con el carro (una Ford Explorer que todavía debe), eso lo tengo que analizar. Yo era el único senador que viajaba al Capitolio de un pueblo como Moca y nunca me quedé por acá (en San Juan).

Ángel Pérez

Voy a mi profesión, soy contable. Vamos a mi práctica privada y me gustaría poder conseguir algo en el Gobierno y algo en la empresa privada, en algún tipo de firma. Ya hay unas conversaciones por ahí. Nadie entra en una contienda electoral pensando que en que va a perder y menos el que vayan a cometer un tipo de fraude en contra de uno. Que Dios tenga misericordia y bendiga a aquellos que trataron de hacerle daño a mi familia. Si viene algún tipo de oferta (asesoría legislativa), será bien recibida.

José “Pichy” Torres Zamora

Estoy bien tranquilo, trabajando hasta el 31 de diciembre y ya buscaremos trabajo en la empresa privada si es necesario. Soy ingeniero químico con dos maestrías. Llegué aquí preparado, hice lo que entendimos correcto por Puerto Rico. No me arrepiento de ninguna decisión.

Nunca tuve chofer. Las dietas las distribuía entre la gente que necesitaba y ahora lo puedo decir tranquilamente con el corazón en la mano. En 2016 decido si vuelvo al ruedo. Yo renuncié al estipendio. Tenía un carro de la flota. El primero que me dieron tenía 175,000 millas y se me quedó en cinco ocasiones. Yo fui mi chofer. Yo guiaba el carro oficial y las dietas las utilizaba para ayudar a mucha gente.

José Luis Rivera Guerra

Voy a coger el desempleo y no sé que más... voy pa’ los cupones y veré que hago con to’ lo que me ha pasado. Los chavitos que tenía se me han ido en abogados. Tengo que atender mis casos... No tengo ofertas (de trabajo). Voy a buscar, pero no sé quién me dará trabajo. Soy químico. El carro voy a “devolvérselo” al banco, ni lo usé en la campaña. Si consigo un comprador, lo vendo. No quiero saber de esto aquí (la Casa de las Leyes). No quiero saber de (Luis) Fortuño, nada más que de mis amigos verdaderos, algunos compañeros penepés y otros populares.