Aunque se ha hecho humo cualquier intención del gobierno para auditar la deuda pública con la derogación de la comisión que estaría a cargo, el movimiento estudiantil continuará insistiendo para que se evalúe la legalidad de los bonos emitidos.

“La derogación de la comisión es un paso atrás que da el gobierno o una demostración más de que no están dispuestos al diálogo”, dijo la portavoz Verónica Figueroa.

La auditoría sigue siendo uno de los reclamos por los que mantienen cerrados los portones de nueve de los once recintos de la Universidad de Puerto Rico (UPR), e incluso la Junta de Gobierno de la institución educativa, así como la rectora del recinto de Río Piedras, Carmen Rivera Vega, han hecho un llamado al gobernador Ricardo Rosselló a completar este ejercicio.

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“No se va a asumir como una derrota completamente”, sostuvo la estudiante sobre la eliminación del cuerpo.

“Si bien la comisión es una herramienta y una pieza fundamental en el proceso de auditoría, se nos permite también plantear cómo es que queremos la comisión y en última instancia, hacer la auditoría desde la calle”, aseguró.

Pese a que algunas de esas exigencias no se pueden resolver con las autoridades de la UPR y son más bien un reclamo de país, fuera de los portones poco ha pasado, a lo que Figueroa contestó que a partir de esta semana endurecerán las acciones “de presión” en bancos y otros lugares.

“Ya estuvimos suficientemente en los portones, las semanas que vengan es para salir a la calle” dijo Figueroa, pero admitió que “con presión de parte estudiantil solamente no se va a lograr que se dé un proceso transparente de auditoría como lo estamos pidiendo. Hace falta que otros sectores se continúen sumando a ejercer presión, no en apoyo”.

Entre la comunidad universitaria, la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes aprobó un voto de huelga “que se implantará cuando se agote el proceso de diálogo”, según su presidente José Torres Rosario, mientras que profesores del recinto de Humacao se unieron a la paralización estudiantil. 

Aparte de eso, los estudiantes han contado con el apoyo a modo de donaciones de víveres y su presencia en los portones.

Allá adentro, informó Figueroa, los investigadores siguen entrando a sus oficinas y laboratorios y los atletas siguen entrenando hasta que acaben los eventos de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI). 

También, oficiales de seguridad privada y del mismo recinto se mantienen patrullando y cada portón se ha vuelto algún tipo de organización con su gestión de alimentos, disposición de basura y los mismos rostros a los que de vez en cuando se les suman unos nuevos.