Una nueva esperanza inicia mañana para los 54 ex empleados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) que demandaron a esa corporación pública por presuntamente mantenerlos expuestos a asbesto y otros contaminantes durante varios años sin notificarles ni brindarles la protección adecuada.

Y es que están citados en varios subgrupos, según los síntomas que han desarrollado, a una sala judicial con el negociador Shalim Chaar Padín, nombrado por el Tribunal de Primera Instancia de San Juan, lo que abre la posibilidad de llegar a un acuerdo.

Jorge Martínez, portavoz de los ex empleados, dijo a este diario, que la demanda –presentada en octubre de 2005 por $200 millones– no busca dinero “para vacilar, sino para tratar de resolver todas las condiciones y problemas de salud que nos ha causado el haber estado trabajando para la Autoridad, respirando y llevándonos esos residuos de asbesto para nuestras casas”.

“Lo que pasó aquí fue un crimen y queremos que nos hagan justicia”, agregó.

La mayoría de los demandantes trabajaron entre los años 70 y 80, y alegan que estuvieron expuestos al tóxico cuando fueron asignados a laborar en la remoción de depósitos y limpieza de calderas y turbinas de las centrales.

La AEE ha dicho que tiene inmunidad contra demandas, por ser patrono, que la acción para demandar prescribió y que los reclamos son excesivos.

Martínez indicó que a pesar de los problemas respiratorios que presentaban nunca los enviaron al Fondo del Seguro del Estado, ni a ninguna evaluación médica.

El portavoz hizo un llamado a los bonistas de la AEE para que aprueben la indemnización y no descartó llegar a un foro federal, si después de este proceso no logran ningún avance. Martínez recordó que cuatro de los demandantes ya han muerto por complicaciones respiratorias.