Cambio de reglas en el Capitolio. 

El nuevo reglamento del Senado le devuelve al presidente, Thomas Rivera Schatz, la facultad de ordenar arrestos durante protestas en las que se incurra en alguna conducta considerada violenta. 

La normativa fue aprobada mediante la Resolución del Senado 13 con 27 votos a favor y tres en contra. Solo se opusieron los senadores populares Eduardo Bhatia y Miguel Pereira y el independentista Juan Dalmau.

El senador Dalmau dijo que antes se podía actuar caso a caso y el lenguaje que se adopta ahora crea un ambiente de “intimidación” generalizado.

“Se le otorgan al Presidente unas facultades de ordenar arrestos no siendo él una figura de autoridad policíaca para efectos de manifestaciones tanto dentro del hemiciclo, dentro de las gradas, más los predios del Capitolio”, expresó el legislador pipiolo. 

“Creo que ese es un lenguaje muy amplio que le da unas facultades que generan un ambiente de intimidación a lo que debe ser un ambiente público”, sostuvo. 

También cuestionó el que se le otorgue a la presidencia la facultad de crear un reglamento o protocolo para el manejo de fotoperiodistas en el desempeño de sus funciones. “Entiendo que eso es algo que no debe estar unilateralmente en manos de la presidencia, sino que debe ser un acuerdo para que se garantice el funcionamiento legislativo en el hemiciclo, pero a la misma vez la función periodística de los fotoperiodistas”, indicó Dalmau.

El senador Aníbal José Torres, uno de los populares que favoreció el reglamento, dijo que no se arrepiente de votar a favor, pero indicó que no favorece que se vuelvan a cerrar las gradas como ocurrió en 2010.

“En el pasado, nuestro reglamento, el de la administración del PPD, no hablaba de ordenar arrestos, quien efectúa arrestos es la Policía. Me imagino de la manera en que lo hará es pedirle a la Policía que intervenga con cualquier manifestación que no cumpla con lo que debe ser el orden”, indicó Torres.

“Yo estoy a favor de las manifestaciones, estoy en contra de lo que sucedió aquí en el hemiciclo cuando viraron bancas y rompieron cristales y, claro que yo hubiese ordenado el arresto de esas personas, claro, si están violando la ley y aquí se debe asegurar el orden en los trabajos. No podemos mirar para el lado. Las manifestaciones, si violan los procesos, tienen consecuencias”, sostuvo.

El senador novoprogresista Abel Nazario argumentó, por su parte, que la libertad de expresión está limitada porque “no se puede entrar al hemiciclo a gritar e interrumpir los trabajos”. Dijo, sin embargo, que el que quiera expresarse afuera “tiene derecho”.

Sostuvo que “hay que seguir” los parámetros de la decisión del Tribunal Supremo en cuanto hasta dónde llega esa libertad. “Eso es lo que se ha plasmado en la Resolución. Si hay que hacerle alguna enmienda para aclararlo, se aceptan esas sugerencias. Pero lo que no se puede hacer es interrumpir los trabajos del Senado y mucho menos provocar insultos contra los legisladores en el hemiciclo. Lo pueden hacer afuera, si quieren”, dijo Nazario.

“Ya ha habido aquí protestas y la gente ha dicho todo lo que quiera. Espero que no tengamos ningún incidente mayor este cuatrienio. Esa es mi esperanza”, sostuvo. 

El portavoz de la minoría popular, Eduardo Bhatia, dijo a su vez, que no le está pidiendo a la gente que proteste, pero sostuvo que hay que proteger el derecho que tiene cada ciudadano a expresarse ya sea en una vista pública o en protestas pacíficas.

“La idea es el miedo y la represión, que a la gente le dé miedo y lo piense dos veces antes de protestar. Aquí hay un diseño que es peligroso para la democracia y el país. Se están comportando como (Donald) Trump, que no respeta la Constitución de Estados Unidos”, sostuvo Bhatia.

El senador independiente José A. Vargas Vidot no emitió declaraciones sobre la nueva normativa.

Mientras, Primera Hora espera por una reacción del presidente del Senado.

Revisan código penal

Los cambios de reglas en el Senado se unen a los proyectos de enmiendas al Código Penal, que están pendiente en ambas cámaras legislativas y que buscan restituir la llamada Ley Tito Kayak.

Los cambios proponen sancionar con una pena fija de tres años de reclusión a toda persona que perturbe, interrumpa o impida los trabajos en un proyecto de construcción, en la Asamblea Legislativa, instituciones de enseñanza, de salud y otros edificios en donde se ofrecen servicios públicos.

En específico el nuevo reglamento del Senado establece que el presidente mantendrá el orden y el decoro en todos los predios, estructuras y facilidades del Senado y podrá “ordenar el desalojo inmediato de dichos lugares, así como el arresto de las personas que incurran en conducta violenta consistente en amenaza, gritos, insultos y agresiones, vandalismo destrucción de propiedad”. Los arrestos serían ejecutados por el Sargento de Armas en coordinación con la Policía.

Esta disposición había derogada en el reglamento adoptado en 2013.

También en días recientes se derogó la orden administrativa 01 de 2013, que establecía la apertura permanente de las gradas del hemiciclo. En cuanto a la cobertura en el Palco de Prensa, se dispone que el presidente del Senado podrá cancelar en cualquier momento la autorización de un periodista “que actué contrario al orden y decoro del cuerpo o que no cumpla...” con el reglamento”.