“Queremos luz, queremos luz”, demandaban ayer cientos de personas de diversas comunidades de la Isla que marcharon hasta La Fortaleza, en medio de una fría e intermitente llovizna de enero.

La protesta fue organizada por varios de los 45 alcaldes del Partido Popular Democrático (PPD), quienes reclamaron un plan concreto del gobernador Ricardo Rosselló Nevares, para reenergizar a Puerto Rico, ya que a casi cuatro meses del azote del huracán María, un 39% de los abonados siguen a oscuras.

La colorida manifestación arrancó faltando poco para las 10:30 de la mañana.

Don Antonio Vega, de las parcelas Torrecillas en Morovis, cansado del trajín de la planta eléctrica, caminó metido dentro de la caja del generador que tuvo que comprar con miles de sacrificios. 

 “Uno se cansa de esto… Tuve que comprar esa planta poco a poco, con ayuda de amistades y compañías que bregan con uno, porque esto no está fácil”, dijo Vega, quien encabezaba la marcha con los Reyes Magos de Morovis, junto a varios de los alcaldes de la Pava. También marcharon senadores y representantes populares. 

Mientras la marcha transcurría calle Fortaleza arriba, el Gobernador aparecía retratado jugando PAC-MAN en una máquina de juegos en la inauguración del restaurante y meca del entretenimiento Dave & Buster’s en Bayamón.

Cuando la manifestación llegó a la esquina de la calle Fortaleza con la calle Cristo, varios de los alcaldes hicieron uso de la palabra. 

“Son demasiados días, nuestra gente se muere, nuestra gente está necesitada, nuestra gente quiere que se les dé un plan de cómo se va a energizar a Puerto Rico”, sentenció la alcaldesa de Loíza, Julia M. Nazario.

Destacó que alcaldes del Partido Nuevo Progresista (PNP), aunque tienen los mismos problemas, no asistieron a la protesta por partidismo.

“En nombre de ellos, igual hago el llamado. (Gobernador) usted fue electo para dirigir a los puertorriqueños y para los momentos difíciles dar la cara. Lo queremos en los pueblos, quiero que se meta con cada alcalde a ver las situaciones que están pasando. Desde arriba es muy fácil ver la situación, verlo en la televisión; pero que se vaya a una casa donde alguien me diga: ‘alcaldesa, mi papá se está muriendo’ o que alguien vaya a la alcaldía y me diga: ‘alcaldesa, tengo hambre’”, dijo Nazario.

La alcaldesa indicó que muchos ciudadanos que no tienen luz “tienen que gastar sus chavitos” para comprar el diésel para las plantas, y “esa gente está pasando necesidades. No es lo mismo con guitarra, que con violín”.

“Parece que a veces los alcaldes nos emocionamos, pero es que cuando hablamos, vemos a Carmen Osorio, de Parcelas Vieques, suplicando por un generador para su papá, o vemos aquella señora bien vestida mirarme a los ojos y decirme: ‘alcaldesa, no tengo cómo salir de esta situación...’”, narró conmovida Nazario.

“Nuestra gente pasó a otra etapa, el Gobierno nos mantiene en la crisis, pero la gente ya cayó en el desánimo y en la desesperanza”, añadió.

Su homóloga de Morovis, Carmen Maldonado, expresó que el pueblo “no aguanta más” y le pidió al Gobernador “que le hable claro al País”.

“Hemos llegado aquí a defender a todos esos miles de personas encamadas, enfermas y trabajadores honrados que salen a la calle todos los días a trabajar para gastar su dinerito en plantas eléctricas”, exclamó Maldonado.

El alcalde de Caguas, William Miranda Torres, dijo que urge el inició del plan para energizar las zonas apagadas “para nosotros poder llevar sosiego y paz a las casas”.

El alcalde de Patillas, Norberto Soto, a quien se le imputaron irregularidades con la repartición de suministros, dijo que sólo tiene luz el casco urbano del pueblo “cuando el generador funciona”. 

“A ciento y pico de días de la tormenta no se ha acercado ningún funcionario a decir: ‘alcalde ¿qué necesita? ; ¿qué necesita la gente de Patillas?’”, indicó Soto. 

También participaron en la marcha los alcaldes de Dorado, San Lorenzo, Isabela, Juana Díaz, Comerío, Juncos y Barceloneta., pero la ausente alcaldesa de San Juan, aportó “en la logística”, pues está de viaje en Atlanta, se informó. 

“Hay gente que necesita que le den terapia y sin luz no se puede bregar con los ancianos”, indicó Magdalena Bulerín Encarnación, de 78 años, quien reside con su esposo en la urbanización Caribe Gardens en Caguas.

“Desde antes de Irma no tenemos luz y no le sé decir por qué, pues no nos dan explicaciones. Tengo una planta que mi hija me prestó. La prendemos a las 6:00 de la tarde y la apagamos a las 8:00 de la noche porque la gasolina está muy cara”, indicó. 

Otra cagüeña, Wanda Ramírez, de la urbanización Santa Elvira, quien reside con su madre de crianza y otros menores de edad, dijo que tenían una planta eléctrica que se les dañó y tuvieron que adquirir otra.

“Necesitamos que llegue ya la luz. En nuestra comunidad hay mucha gente mayor y sabemos que por la falta de luz en el País han muerto ancianos”, indicó Ramírez, estudiante de Panadería y Repostería Internacional en el Instituto de Banca en Caguas.

“Tuve que estudiar hasta sábados y domingos porque por la falta de luz no podíamos preparar los bizcochos, no podíamos hornear ni usar el recinto”, narró la estudiante de 22 años.

Don José Polanco Torres, de Caguas, indicó que no se explica cómo las urbanizaciones Villa Blanca, Santa Elvira, Caguas Norte, Condado Moderno y Caguax, que son parte de la zona urbana de Caguas, permanezcan a oscuras.

“Ese bolsillo acumula una población de alrededor de 10,000 personas y nadie tiene luz”, sostuvo.

Mientras, Mayra, con electricidad en su casa en la urbanización Valparaíso en Cataño, participó con sus hijos en la marcha en apoyo “a los que no tienen luz”.

Su hija Abdielis, de 9 años, comentó que cuando no había luz en la casa de sus progenitores se sentía diferente.

“Me iba al cuarto de mami a dormir. No quisiera volver a estar sin luz”, sostuvo la niña.

A Magali Gordillo, del centro urbano de Jayuya, le llegó la energía eléctrica en Navidad y también marchó en solidaridad con “los barrios y sectores que no tienen luz”, porque sólo un 30% del municipio “está energizado”.