¡Chijí, chijá: cuatro años más!

A algunos políticos no le preocupa estar en el cargo hasta que San Juan baje el dedo; y para muchos ciudadanos el asunto le es indiferente.

Sin embargo, para el sociólogo César Rey y el analista político Jay Fonseca, ocho años son suficientes para que un funcionario demuestre qué es capaz de hacer.

“Yo creo que ocho años probablemente debe ser lo más saludable en términos de la gobernabilidad de un proyecto. Y si en ocho años no se ha probado ser eficiente, dudo mucho que después de 8 años pueda pasar algo distinto”, sostuvo Rey.

Con el  exsecretario de Educación coincidió Fonseca al mencionar -cuando se le preguntó si se debe limitar el término de los alcaldes- que “ocho años es más que suficiente. Creo que si en ocho años no tuviste la capacidad de hacer ajustes y cambios pues deberíamos darle la oportunidad a otra persona para que en ocho años pueda hacerlo”.

El abogado mencionó que precisamente “cuando surgió la idea de la democracia era para evitar que hubieran reyes y personas que se adueñaran de las posiciones de por vida”.

“La democracia en sí misma requiere que haya una participación mayor de la gente y hay otros cargos públicos a los que puede aspirar un alcalde… a senador, a gobernador… pero la democracia tiene sus vicios y uno de los vicios es que el incumbente tiene mayores herramientas de perpetuarse en el poder”, argumentó el también columnista.

De ahí la importancia de que haya “continuamente un relevo… porque de lo contrario lo que creas son personas que terminan similar a lo que se quería combatir con la democracia que eran las monarquías”.

“Precisamente eso es lo que se crea… cuando alcaldes deciden que en su pequeña comarca van a estar de forma vitalicia”, acotó.

Rey, por su parte, dijo creer“que la democracia aquí está en juego de múltiples maneras y nosotros tenemos que levantar una conciencia distinta de participación…”.

“Me parece que la perpetuidad -en cualquier puesto- puede ser peligroso… Creo que tiene que haber, por beneficio, por transparencia y por la democracia, unas limitaciones, y esas limitaciones lo que hacen es renovar el liderato”, explicó el sociólogo.

Ambos entrevistados aceptaron que hay alcaldes y alcaldesas que han gobernador por muchos años, incluyendo sucesiones entre padres e hijos, que han hecho un buen trabajo.

Sin embargo, Fonseca, insistió en que “en el tributo del bien mayor es mejor para la sociedad tener un relevo continuo… que tener personas que se entronizan… Los males que puede causar la perpetuidad de esa persona en el poder son más riesgos que beneficios…”, agregó. 

De hecho, el doctor Rey también dejó claro que “la perpetuidad es bien peligrosa y se presta a otro tipo de situaciones… (por lo que) como norma debería haber unas regulaciones por la propia sanidad de la administración pública…”.

En cuanto a alcaldes que han sucedido en el cargo a sus padres, el académico dijo que no es que el sucesor no esté capacitado, sino que “hay una tendencia; tenemos el caudillismo muy presente y por el apellido se erigen organizaciones, gobiernos, municipios;  es como si fuese una empresa familiar y eso sí tiene unas connotaciones…”

Argumentó que “el caciquismo en este país todavía sigue estando presente y nos acostumbramos a que solamente esa persona puede ser el alcalde y va a hacerlo bien”.

Rey alertó que “eso no puede ser una práctica y en un momento como en el que estamos viviendo, con la situación fiscal que estamos viviendo, creo que sangre nueva hace mucha falta…”.

Recordó que en ocasiones, luego que un funcionario deja el cargo, salen a relucir irregularidades en su administración. Y prueba de esto, acotó, son los informes que en repetidas ocasiones emite la Oficina del Contralor sobre estos asuntos.

Para el exsecretario de Educación, en la Isla “acontece una cantidad de cosas interesantísimas en las comunidades con las organizaciones no gubernamentales… Se están logrando una cantidad de cosas a partir de una gobernabilidad distinta, porque la única manera de hacer país no es a través del gobierno y no podemos depender del gobierno estrictamente y menos de un gobierno que está en quiebra”.

Alertó que “la renovación del liderato en todas las esferas es importante y que más gente se interese en participar en proyectos como este”.

Dejó claro que -al igual que pasa a nivel mundial- aquí “hay una apatía porque hay un desgaste en las instituciones” y personas que tienen capacidad para servir y ejercen liderato “no se acercan al gobierno”.