La crisis económica que azota el país es hasta cuatro veces peor en algunos municipios, según surge de un examen de los niveles de pobreza, desempleo y otros factores socioeconómicos.

Sociólogos y funcionarios contactados por PRIMERAHORA.COM atribuyen a diversos factores las abismales diferencias entre municipios al examinar diversos renglones, que incluyen costo mensual de vivienda e ingreso promedio anual, según datos recopilados por el portal Puerto Rico Decide, un esfuerzo de recopilación de estadísticas de GFR Media con datos de varias agencias, así como información proveniente del Censo.

Uno de esos factores es nivel de pobreza, o la cantidad promedio de la población de ese pueblo que se entiende pertenece a la clase menos adinerada. En este renglón los municipios con el menor nivel de pobreza son Guaynabo y Trujillo Alto con un 27% y 29%, respectivamente;.

Mientras que al buscar los pueblos con el mayor nivel de pobreza surge que hay siete municipios –Adjuntas, Peñuelas, Orocovis, Ciales, San Germán, Lares y Sabana Grande- que reflejan entre 60% y 63%, más del doble que en Guaynabo.

Otro renglón donde las disparidades socioeconómicas entre municipios se disparan es en el ingreso promedio de los ciudadanos de ese pueblo. En Guaynabo, San Juan y Dorado es que viven los residentes con mejores ingresos de Puerto Rico, con un promedio anual de $20,409, $16,031 y $14,687, respectivamente.

En el otro lado de la moneda, donde los ingresos son los más bajos en la Isla, se encuentra Maricao, con un ingreso anual “per capita” de $5,327; Adjuntas con unos $5,947, y Guánica sufre con $6,134.

Otro dato relevante es el relacionado a desempleo. Según las cifras examinadas, el pueblo de menor desempleo es encabezada por Guaynabo, con un 6.50%, seguido muy de cerca por Culebra, con 6.90%

Al final de la lista de municipios con mayor desempleo, al momento de la recopilación de estas estadísticas, Salinas tenía 26.30% de desempleo, cuatro veces más que el reflejado en Guaynabo y Culebra. Con números muy similares a Salinas se encuentran Las Marías, con un 25.60% y Guánica con 24.80%.

Asimismo, información del Censo, compilada a solicitud de PRIMERAHORA.COM por el Instituto de Estadísticas, evidencia que el costo de vivienda es mucho mayor en una esquina de la isla que en otra.

Por ejemplo, la mediana en costos mensuales de vivienda para Maricao en el 2014 fue de $141, mientras que en Guaynabo era casi 4 veces mayor, con $691.

Evalúan los factores

Para Liliana Cotto Morales, socióloga urbana de la Universidad de Puerto Rico (UPR), hay diversos factores que podrían explicar las discrepancias. Por ejemplo, en Guaynabo el Municipio hay una “prosperidad estimulada”, donde se fomenta la construcción de viviendas caras y, según la profesora, se pretende eliminar barrios pobres.

Asimismo, los pueblos de la montaña llevan décadas donde parte de su sector productivo emigra a Estados Unidos o pueblos de la costa en busca de mejores oportunidades de empleo y salarios. Esto, dijo la profesora, podría estar cambiando, porque muchos jóvenes interesan, contrario a la visión de hace décadas, dedicarse al campo y a fomentar la agricultura.

“Puede significar una nueva proyección de desarrollo económico basado en esta agricultura orgánica y ecológica”, explicó Cotto Morales.

Además, hay que ver la realidad histórica de cada pueblo. Por ejemplo, Guánica dependió por décadas del cultivo de azúcar y es probable que con la extinción de ese sector este municipio no se haya logrado un sustituto adecuado a este renglón económico.

“Hay que ver las características históricas de cada municipio, de dónde viene ese municipio”, afirmó Cotto Morales.

Mientras, el doctor José Rodríguez, sociólogo e investigador de la UPR, explicó que hay que tomar con pinzas todos esos factores: por ejemplo, el nivel de pobreza y el ingreso promedio de Guaynabo se altera porque en esos municipios viven profesionales y empresarios con enormes salarios en comparación del resto de la población; mientras que la estadística de desempleo solo representa el segmento de la población que se mantiene buscando empleo por un tiempo determinado.

Pero el doctor Rodríguez entiende que ciertamente esos factores evidencian una grave desigualdad social. “Todo depende de la posibilidad de adquisición, en función del recurso que tiene la persona, si la persona lamentablemente lo que tiene es un subempleo, eso hace que tiene unas  restricciones en su capacidad adquisitiva y eso se va a ver en lo que come, en donde alquila, a donde voy a mandar a mis hijos en términos educativos. Es más complejo que hablar de clase rica y clase pobre”, expresó.

Al igual que Cotto Morales, entrevistada por separado, Rodríguez vio con optimismo el reciente desarrollo de jóvenes agricultores como una opción para ir cambiando las realidades de diversos municipios y sectores.

De otra parte, para el comisionado de la Oficina del Comisionado de Asuntos Municipales (OCAM), Carlos Santini, la diferencia entre algunos de los 78 municipios probablemente se comenzó a agravar hace unos 20 años.

“Cuando se eliminaron las 936 (la ley federal que proveía beneficios contributivos a empresas, que se derogó en 1996) muchos pueblos perdieron sus centros económicos, y ha habido un movimiento poblacional a los centros de mayor actividad económica, es un poco la gente acercándose a los centros urbanos”, dijo Santini.

Santini explicó que su oficina tiene ayudas para municipios de menos de 50,000 habitantes, que suelen ser donde mayor necesidad económica hay, esto a través de los fondos federales Community Development Block Grant, que en lo que va de cuatrienio han ascendido a unos $98 millones.

Parte del dinero se asigna para obras de infraestructura pero Santini dijo que se detectó que hacía falta ayuda para proyectos sociales que ayuden a estos municipios más necesitados y su ciudadanía. De de ahí que parte del dinero se haya separado para temas como industrias creativas, con unos $100,000; siembra de cacao, con otros $100,000, y la misma partida para financiar acueductos comunitarios, entre otros.