El nuevo jefe en Puerto Rico del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), Carlos Cases, confirmó hoy, lunes, que la agencia conduce varias investigaciones de corrupción pública “a todos los niveles”.

Aunque rechazó abundar sobre las pesquisas, Cases advirtió que la detección de esos crímenes será una de sus prioridades al frente de la oficina local.

 "No puedo entrar en detalles de investigaciones en específico ni a quién estamos investigando. Lo que puedo decir es que se están investigando casos de corrupción a todos los niveles", sostuvo Cases durante una conferencia de prensa en las oficinas del FBI en el Tribunal Federal de San Juan, para hablar sobre sus estrategias al mando de la oficina.

"Me preocupa todo tipo de corrupción. Como funcionarios públicos, el pueblo deposita la confianza en nosotros y si los empleados públicos no hacemos las cosas bien, ¿cómo podemos esperar que el público en general haga lo mismo?", agregó.

Durante los diferentes cargos que tuvo antes de su nombramiento, Cases fue premiado por su participación en el operativo "Guard Shack", uno de los casos más grandes de corrupción en la historia del FBI.

Dicho operativo, en el 2010, llevó a la acusación de 89 policías estatales, municipales y del Departamento de Corrección. También fueron acusados 44 civiles.

"Como agente especial a cargo de Puerto Rico y las Islas Vírgenes, he establecido como prioridad investigativa de nuestra oficina los casos de corrupción pública y crímenes violentos", afirmó Cases, quien al iniciar labores este mes, se convierte en el tercer boricua que es nombrado a dicha posición, después de Héctor M. Pesquera y Luis Fraticceli.

Cases favoreció que se extiendan los acuerdos de colaboración con las autoridades estatales para el procesamiento de crímenes violentos, al tiempo que aseguró que su oficina cuenta con los "recursos y personal de apoyo necesario". También vio con buenos ojos la activación de la Guardia Nacional, siempre y cuando exista una coordinación adecuada con las agencias de ley.

"Yo creo que todo el mundo está de acuerdo que con los crímenes violentos es una cosa que hay que trabajar. Nadie es inmune al crimen. Todos los días están asaltando, matando personas, secuestrando personas y se ha salido un poco de nuestras manos la criminalidad. En ese sentido, vamos a colaborar con las demás agencias para tratar de controlar eso", dijo Cases.

Asimismo, señaló que el gobierno federal se dispone a fortalecer la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, admitió que desconoce cuáles serían las gestiones que hará Home Land Security para reforzar la seguridad en la región de Puerto Rico, según se anunció recientemente.

"El problema es que la mayor parte de la droga, unos dicen que es un 75% y otros que es un 85%, entra por la frontera de Estados Unidos con México y por Centroamérica. Pero, si bien es cierto es que en el Caribe es el segundo puente más grande de entrada de narcóticos y contrabando a Estados Unidos, pues ahora el gobierno federal está mirando el Caribe de nuevo, porque se ha dado cuenta de que hay que atenderlo más de lo que lo estaba atendiendo, por lo que se están formulando estrategias nuevas", expuso Cases.

El trabajo más reciente de Cases fue como jefe de la Sección de Latinoamérica y la Frontera Suroeste de la División de Investigaciones Criminales en la Oficina Central del FBI en Washington, D.C.

 Cases comenzó su carrera como agente especial del FBI en mayo de 1992. Su primera oficina fue la División de El Paso, donde investigó casos de crímenes violentos, crimen organizado y drogas. En enero de 1994, fue transferido a la División de San Juan y continuó trabajando casos de crimen organizado y drogas.

En enero de 2001, fue ascendido a agente especial supervisor en la División de Drogas de la División de Investigaciones Criminales y asignado a la Oficina Central de la Administración Federal Antidrogas (DEA, por su siglas en inglés).

Luego, en agosto de 2002, se transfirió a la División de San Juan como agente especial supervisor de una escuadra de investigaciones de Empresas Criminales. Mientras estaba asignado a esa escuadra, sirvió como coordinador del Grupo de Trabajo Conjunto contra el Crimen Organizado y Drogas, Negociación de Crisis y SWAT.

 Cases fue luego ascendido a gerente de programa en agosto de 2005 y asignado a la embajada de los Estados Unidos en la Ciudad de México para coordinar investigaciones de drogas y gangas.

En agosto de 2007, regresó a la División de San Juan como agente especial supervisor del Grupo de Trabajo Conjunto contra el Terrorismo, y en marzo de 2009 fue ascendido a agente especial asistente encargado, a cargo de la Rama Criminal.

Ahí, recibió el Premio del Director a la Investigación Criminal Prominente y el Premio del Procurador Federal por Excelencia en las Fuerzas de Ley y Orden por su participación en la Operación Guard Shack.