“Muy contento, muy contento”. 

El exlegislador del Partido Nuevo Progresista (PNP) salió de los barrotes directo a su antiguo apartamento en el condominio Parque de Loyola, en Hato Rey, para terminar de extinguir su condena por corrupción, gracias a un programa de desvío del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR).

De Castro Font, a quien tempano se le colocó un grillete electrónico, estará en un confinamiento domiciliario y bajo custodia de su hija, Andrea de Castro. 

Según explicó el designado secretario de Corrección, Einar Ramos López, agentes del Programa de Supervisión Electrónica escoltaron a De Castro Font hasta el apartamento. 

“La hija es la que va a estar como custodia de él”, sostuvo Ramos López. 

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Una vez en el hogar, los agentes de Corrección activaron el dispositivo de rastreo electrónico que tiene sistema de posicionamiento global (GPS). 

“Estará monitoreado 24 horas, los siete días en la semana”, puntualizó el titular del DCR.

De Castro Font permanecerá en arresto domiciliario hasta que consiga estudio o trabajo, comentó Ramos López a este diario.

Solo podrá salir si tiene una cita en el DCR, en el Tribunal, en un médico o una emergencia de salud. Deberá, además, informar de las circunstancias a un Centro de Monitoreo y tendrá hasta 24 horas después de su salida del hogar para entregar la evidencia que justifique la misma, como un certificado médico.

“Si tiene estudio o trabajo, se le concede un horario”, expuso Ramos López.

Además de las restricciones de su libertad, De Castro Font no podrá consumir bebidas alcohólicas, ni drogas, no debe entrar en contacto con personas relacionadas a su caso por corrupción pública, no puede cometer ningún delito grave o menos grave, así como no puede involucrarse en peleas, discusiones o situaciones que alteren la paz, detalló el designado secretario. 

El funcionario indicó que ayer, lunes, se le detallaron todas estas condiciones a De Castro Font, quien firmó un documento para aceptarlas. 

“El confinado conoce ya cuál es la advertencia. Si él violase alguna disposición del programa de desvío, tendría que culminar su condena dentro de una institución”, sostuvo. 

Precisó que el expolítico terminaría de cumplir su pena en marzo de 2019.

De Castro Font purgó una pena de cinco años de cárcel bajo el sistema de justicia federal por 32 cargos relacionados con un esquema de soborno y extorsión a empresarios y cabilderos, a cambio de favorecer, detener o enmendar medidas legislativas cuando fungía como presidente de la Comisión de Reglas y Calendario del Senado.

Fue el 19 de febrero de 2015 cuando llegó a la Isla y, de inmediato, fue ingresado a la Institución 501 para terminar de cumplir su sentencia estatal por 93 cargos de extorsión, soborno, perjuicio, violaciones a la Ley Electoral, apropiación ilegal por evasión contributiva y violaciones al Código de Rentas Internas.

La semana pasada fue reclasificado a custodia mínima, lo que le permitió acogerse al programa de desvío.