Un grupo de 33 funcionarias del Gobierno se unió la tarde de este domingo a la manifestación Mujeres por Oscar, que se realiza todos los meses en el Puente Dos Hermanos, a la entrada de la Isleta de San Juan, para reclamar la excarcelación del prisionero político puertorriqueño Oscar López Rivera.

El acto en apoyo a López Rivera, de 71 años, congregó a figuras de diversas ideologías políticas, que incluyó a la secretaria de la Gobernación, Ingrid Vila Biaggi; la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz; la senadora del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María de Lourdes Santiago, y la secretaria de Salud, Ana Rius, entre otras.

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A las 4:00 p.m., el colectivo de trabajadoras se sumó a la campaña en la que, cada último domingo de mes,  le dedican 33 minutos de consignas y reflexiones sobre la libertad al activista político frente a la Bahía de San Juan. Durante la actividad de este domingo, se elevó una chiringa con el nombre del nacionalista natural de San Sebastián y con una bandera de Puerto Rico, de la que en dos de las franjas rojas, salían unos puños esposados.

“Oscar fue encarcelado a cumplir una condena de 60 años por el cargo de conspiración sediciosa. Según su sentencia, podría salir en libertad para el 2024. Todavía le quedan 10 años más de cárcel. Hoy tiene 71 años, y estamos convencidas de que ya es hora de que regrese a casa”, expresó Vila Biaggi.

“La excarcelación de Oscar López rebasa divisiones políticas. Aquí, hay un pueblo que reclama la acción del presidente (Barack Obama) con la misma fuerza y vigor con la que reclamó la salida de la Marina (de Guerra estadounidense) de Vieques. Este reclamo, esta lucha no debe cesar hasta lograr su objetivo”, agregó.

Vila Biaggi fue también una de las presentes que pudo intercambiar expresiones por escasos segundos con López Rivera vía telefónica. Sobre la conversación, indicó que le recordó al pepiniano que “aquí hay todo un pueblo en solidaridad con él”.

De acuerdo con la jefa del gabinete del gobernador Alejandro García Padilla, López Rivera se expresó tranquilo y esperanzado de poder estar en Puerto Rico próximamente.

Asimismo, la funcionaria recordó que, el 20 de febrero de 2013, el primer ejecutivo le envió una carta al presidente Obama en la que le solicitó que le otorgue al prisionero político el indulto presidencial.

Mencionó, de igual manera, que la presente administración ha hecho gestiones a través del Departamento de Justicia federal con el mismo objetivo.

“Seguiremos apoyando, sea en este tipo de demostraciones o en actos oficiales, el tema de la excarcelación de Oscar”, subrayó.

López Rivera, el prisionero político puertorriqueño que más tiempo ha estado tras las rejas en Estados Unidos, también saludó a la secretaria de Salud, quien dijo emocionada que, así como defiende el derecho a la vida, tiene que hacer lo propio con el derecho a la libertad.

“Yo pido y exhorto a todas esas autoridades, si en algo puedo aportar, que Oscar López sea excarcelado ya este año, que pueda gozar de su familia y la libertad que tanto se merece”, afirmó.

Relató que el prisionero la notó llorosa y triste cuando conversaron, y que este le dijo: “Ríete de la libertad, goza de la libertad que te da el poder vivir, hay que estar alegres y sonrientes”.

Otras de las trabajadoras gubernamentales que estuvieron presentes fueron la representante popular Sonia Pacheco y la senadora popular Rossana López. También asistieron la secretaria de Recursos Naturales y Ambientales, Carmen Guerrero; la administradora de Familias y Niños, Vanessa Pintado, y la directora ejecutiva del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), Lilliana Ramos Collado.

La alcaldesa de San Juan portó durante el evento una enorme bandera azul celeste con el rostro impreso de López Rivera.

Como cada ocasión en la que se reúnen, las Mujeres por Oscar concluyeron la actividad colocándose frente a la Bahía de San Juan, con sus brazos izquierdos levantados y sus manos empuñadas, para entonar La Borinqueña Revolucionaria, de Lola Rodríguez de Tió.

López Rivera fue acusado por cargos de conspiración sediciosa, después que las autoridades estadounidenses lo vincularon con el grupo clandestino Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), que luchaba por la independencia de Puerto Rico.

De los 33 años que lleva en prisión, ha estado 13 en confinamiento solitario, sin tener ningún tipo de contacto con su familia.