Uno de los aspirantes  a la alcaldía de Cayey por el Partido Nuevo Progresista (PNP), Luis Aponte, es abiertamente gay; tiene esposo y “un pasado”: antes de ser estadoista, defendía el Estado Libre Asociado y militaba en el Partido Popular Democrático (PPD).

Aponte, que recién anuncia su interés de ser alcalde, dice no temer que su orientación sexual se  vaya  a convertir  en un escollo en su carrera política; que él va a prevalecer por sus propios méritos.

Sostuvo que incursiona en la política partidista sin intenciones “de imponerle nada a nadie”, que su norte tampoco es  impulsar una agenda gay en la poltrona municipal.

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En  Puerto Rico, por virtud jurisprudencia federal, ya son legales los matrimonios entre homosexuales. 

El País vive una revolución en ese sentido, pero el novel político sabe que el  tema de su homosexualidad sigue siendo un tema complicado; que va a salir en la campaña con la intención de herirle o de dañar sus aspiraciones.

“Más allá de lo que sea yo, de que esta sería una candidatura histórica (sería el primer candidato casado con una persona del mismo sexo),  hay un País que sufre una crisis económica y social”, dijo apostando a que  Cayey entenderá  “que más importante son las propuestas que los estilos de vida”.

Con una  relación matrimonial abierta, expresó que  siempre es más fácil enfrentar los ataques. 

“Los que se tienen que cuidar son los que se presentan ante el pueblo de una manera y tienen otra vida”, expresó frente a su esposo, el hondureño Javier García.

A la pregunta de si está consciente de que en el PNP hay un ala conservadora que no endosa el matrimonio igualitario,  Aponte contesta que sí, aunque está convencido de que el sector más liberal prevalecerá;  que hay un liderato de PNP que no tiene problema con la orientación sexual de los demás y que el pueblo  novoprogresista lo va a elegir como candidato en primaria por las  propuestas de buen gobierno.

Usted apoya a Ricardo Rosselló para la gobernación, ¿él lo apoya a usted?

“Yo lo apoyo a él y sé que lo que él exige es que el candidato sea íntegro; que respondan al pueblo”, dijo.

¿Qué quiere hacer por Cayey?

 El contable, de 34 años de edad, indicó que ese pueblo tiene un índice de pobreza del 39%, que hay cerca de tres mil cayeyanos que no tienen empleo, que  la ciudad  tiene una guardia municipal con apenas nueve efectivos y  que eso hay que resolverlo.

Que él tiene la capacidad de ponerle fin a la administración popular que ha dominado por siempre a Cayey. 

“Mi  norte es la seguridad de los cayeyanos. Quiero que la gente se quede viviendo en Cayey”, dijo quien se fue de la Isla y ahora regresa cuando muchos de su edad lo que hacen es irse.

Aponte residió en el estado de Florida de 2008 a 2014, y allí se desempeñó como director financiero y principal ejecutivo de un conglomerado de empresas españolas.

Aquí, junto a su marido, que también es contable, tiene su propia empresa de contabilidad.

También  representa una línea de muebles españoles, bajo el nombre de Debut Design.

Aponte era popular y se hizo anexionista, tras vivir la Estadidad en los Estados Unidos, contó.

 Hace unos ocho años se identificó como gay y se casó en octubre de 2013.

Fue un paso importante en su vida.  

Contrajo matrimonio en Nueva York, pero hubiese querido hacerlo aquí... donde ahora sí se puede.