Desde los 14 años Luis Ángel Colón Ortiz está fabricando instrumentos. Su mayor obra, tanto simbólica como literalmente es un cuatro de 30 pies de largo y 3,500 libras de peso que está certificado como el segundo instrumento de mayor tamaño en el mundo.

Pero los sueños de este artesano, son mayores que eso, no se conforman y tienen una dimensión mucho más grande.

Por eso el músico que también fabrica de forma artesanal guitarras, güiros y bondonuas, entre otros, lleva cerca de dos años dándole forma a un proyecto con el que espera conjugar su amor por la música, su deseo de continuar enseñándola a otros y la promoción del turismo.

Su visión es crear un lugar en su natal Barranquitas donde la gente pueda escuchar los instrumentos autóctonos interpretados por diferentes exponentes, y que a la vez los músicos tengan una plataforma segura donde presentar sus canciones. A su juicio, todo esto atraería turismo nacional e internacional.

“El cuatro es un gran instrumento con un registro alto y se ha integrado a otros ritmos como la salsa, se ha usado en el merengue y está acogiendo más en el jazz. No es solamente en la música típica. Y por eso mismo ha generado mucho interés fuera de Puerto Rico. Lo que yo quisiera es que venga gente y aprovechar que Barranquitas ya es una ruta gastronómica para que haya una opción y se dé a conocer la música nuestra”, indicó.

El mayor atractivo del lugar sería un cuatro, cinco veces más grande que el actual, de 150 pies de largo, que ocuparía el primer puesto en la lista de Guinness como el instrumento más grande del mundo y que se podría apreciar desde una torre de observación.

En otras palabras, se trataría de un lugar de conciertos, museo y lugar de visita.

Hasta la fecha ese sueño ha ido poco a poco tomando forma, pero el artesano ha tenido problemas con lograr que le aprueben los permisos debido a la gran burocracia que hay.

“He recibido mucha ayuda, pero la permisología es lo que atrasa todo esto”, lamentó.

Asimismo, dijo que espera que pueda levantar los fondos que se necesitan a través de distintas propuestas e hizo un llamado a las personas que tengan experiencia con la promoción de la cultura a que se contacten con él para poder acceder al dinero que hay disponible para proyectos como éste.

“La idea es que también haya un elemento educativo que más adelante iremos dando más detalles. Hasta ahora he logrado adelantar algunos aspectos. El escollo está en la permisología. Nosotros esperamos que el Gobierno le pueda dar paso y no se haga tan difícil obtener todo lo que se requiere para hacer de este proyecto uno turístico y atractivo tanto a la gente de aquí como  internacionalmente”, afirmó.

Y es que hasta en Japón hay personas aprendiendo a tocar nuestro instrumento nacional, dijo el músico.

“Todo ese turismo lo podemos atraer para acá, podemos ayudar a que nuestra música se mantenga viva”.