El gobernador Ricardo Rosselló sostuvo ayer que insistirá en la propuesta de reducir retroactivamente de $50 a $15 las multas emitidas por el sistema de Auto Expreso, pese a la oposición que ha consignado la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) a la medida legislativa que persigue ese objetivo.

“La parte crítica del proyecto, que es la reducción de la multa, nosotros entendemos que es de beneficio para el pueblo de Puerto Rico y con la falta de pago de multas es consistente con el plan fiscal. Yo lo que le digo a los miembros de la Junta es que nosotros estamos dispuestos a buscar una alternativa ante ellos, pero tiene que conllevar una claridad de cómo se van a pagar estas multas, cómo se tiene la reducción para que sea justa para nuestra gente (y) cómo podemos reducir ese proceso y no tener estos obstáculos burocráticos”, planteó el gobernador durante una conferencia de prensa en Arecibo.

“No hacer algo ante eso es, simplemente, mala gobernanza y ya en dos ocasiones la rama legislativa ha hecho una oferta. Con mucho gusto nos sentamos con la Junta para ver cómo arribamos a ese número y cómo ellos determinaron que tenía un impacto sobre el plan fiscal”, agregó Rosselló.

A principios de agosto, el primer ejecutivo presentó la medida –Proyecto de la Cámara (PC) 1724– luego de anunciar que vetaría un proyecto similar ya aprobado en la Asamblea Legislativa por entender que incluía ciertas disposiciones que afectaban negativamente las finanzas de la Autoridad de Carreteras y Transporte, corporación que al momento intenta reestructurar su deuda mediante el Título III de Promesa.

“Ahora lo que pasa es que no se pagan (las multas). Entonces la proyección fiscal es un tanto idealista en que eso cambiaría de la nada. Estamos dispuestos a defender por qué llegar a $15 es razonable dentro de todo el contexto”, añadió Rosselló.

En una carta reciente, la JSF planteó la reducción en multas “privan al fondo general de ingresos” contenidos en el plan fiscal certificado para el gobierno central.

Vienen las mejoras en el norte

Rosselló oficializó ayer en Arecibo el inicio de los trabajos de mantenimiento, mejoras y reparación de carreteras del programa Abriendo Caminos, esta vez, en la región norte de Puerto Rico.

En esta primera fase se proyecta la reparación de siete carreteras con una inversión de $6 millones y la creación de 150 empleos.

“Abriendo Caminos ya ha comenzado labores en distintas partes de Puerto Rico y ahora toca iniciar las reparaciones en la región norte. Este es un sector de la Isla que recibe mucho tráfico, tanto en la semana laboral como en el fin de semana, por el turismo interino, y ya es hora de que se vean mejoras en estas vías que tanto se transitan”, sostuvo el gobernador.

El primer ejecutivo, quien la semana pasada estuvo en Ponce inaugurando el programa para la región sur, explicó que se taparán cientos de hoyos y se pavimentarán carriles y secciones. 

De igual forma, se atenderán tramos afectados en superficies de hormigón, mediante el uso de técnicas modernas de refuerzo, para prolongar la vida útil del tratamiento. 

Las carreteras beneficiadas en esta reconstrucción serán la PR-10, PR-2, PR-123, PR-129, PR-165, PR-167 y PR-610.