El gobernador Alejandro García Padilla insistió en que hará todo lo posible para evitar que la Cruz Roja Americana, capítulo de Puerto Rico, deje de recolectar sangre aquí y evitar el despido de 150 empleados, al tiempo que opinó sobre la posible discriminación contra los residentes en la Isla.

Ante el inminente cierre de los centros de colección de esa institución, García Padilla se mostró molesto por la postura de la Cruz Roja de no transferir parte de sus operaciones a otra entidad sin fines de lucro, como la empresa Oneblood, y darle más tiempo para conseguir un traslado del personal.

"Esa es su decisión. Ellos saben que lo hicieron mal", expresó este jueves García Padilla, quien dijo la Cruz Roja ha estado "negociando como si fuera una entidad con fines de lucro" y ha estado "tratando de mercadear con los activos que tienen en Puerto Rico".

"Estas personas han decido ser aves de paso, pues que pasen, pero que no mercadeen con los activos aquí", añadió.

Según La Fortaleza, el pasado 7 de agosto, la Cruz Roja informó al gobierno que el 9 de agosto de 2013, notificaría a 150 personas que se quedaran sin empleo. García Padilla catalogó como "desproporcionada" las medidas adoptadas por la entidad en la Isla.

 "Ellos me dijeron a mí que en todos los Estados Unidos van a reducir 1,500 personas. Si eso es así y en Puerto Rico van a reducir con 150 personas, quiere decir que a Puerto Rico le está tocando el 10% de la carga, cuando representa el 1% de la población", dijo García Padilla.

"Trato de resistirme a pensar que hay un elemento discriminatorio con los puertorriqueños aquí. Pero la actitud no ha sido la correcta. Voy a seguir batallando por esos 150 empleados y por el servicio que se da", agregó. "Yo sigo luchando por esos empleos, no con ellos, sino a pesar de ellos".

El Gobernador insistió en establecer relaciones con otra entidad extranjera, similar a la Cruz Roja, para que sirva de enlace cuando sea necesario exportar sangre fuera de Puerto Rico, como en el caso de un evento catastrófico.

En lo que respecta al suministro de sangre en la Isla, la Cruz Roja sí continuará trayendo sangre de los Estados Unidos, aunque la cobran a los hospitales, a diferencia del Banco de Sangre, que la entrega de forma gratuita.

Las unidades que integran el Centro Médico no dependen de la Cruz Roja Americana.

La directora de la Administración de Servicios Médicos (ASEM), Anita Ríus, dijo que actualmente se busca menos de un 5% de la sangre que se necesita en el Centro Médico.

Ríos señaló que la salida de la Cruz Roja se sentiría más en otros hospitales de la Isla, pero espera que el Banco de Sangre continúe creciendo, especialmente después de una asignación de fondos de la Cámara de Representantes para expandir sus servicios.

 El Banco de Sangre tiene un promedio anual de 15,000 donantes, lo que puede beneficiar a unos 60,000 pacientes.