La empresa Aerostar asignó 28 de sus empleados a colaborar con personal de la Junta de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) en dos puntos de cotejo del aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín para cubrir insuficiencias de recursos de la citada entidad federal en esas instalaciones portuarias.

La información trascendió hoy, martes, a raíz de una vista ocular realizada por el senador Ángel Rodríguez en el aeropuerto internacional, cuyas operaciones están a cargo de Aerostar hace tres años, tras aprobarse una alianza público privada. 

José Baquero, director de TSA en la Isla, reconoció la insuficiencia de personal al reunirse en privado con Rodríguez, presidente de la Comisión de Corporaciones Públicas y Alianzas Público-Privadas del Senado.

El legislador dijo a periodistas que Baquero le aseguró que ha tramitado el nombramiento de personal adicional de TSA en el aeropuerto Luis Muñoz Marín. 

Sin embargo, el funcionario federal no estuvo disponible para responder preguntas de la prensa aún cuando Rodríguez citó a una vista ocular allí, esto en respuesta a múltiples quejas. Los pasajeros denunciaron que perdieron sus vuelos debido a largas filas vinculadas al poco personal encargado de la inspección de los viajeros.

“Antes de la vista pudimos hablar con José Baquero y nos dijo que tienen una serie de peticiones ante el Congreso para atender la situación de Puerto Rico y de otros aeropuertos en la nación americana, para identificar más fondos y aumentar el personal”, dijo Rodríguez a periodistas. 

El legislador dijo estar satisfecho con la respuesta de Aerostar por entender que las medidas adoptadas para manejar el alto flujo de pasajeros “han sido muy buenas y muy efectivas”.

Rodríguez explicó que los pasajeros que alegan perdieron vuelos debido a las largas filas reportaron los escollos en el área de cotejo conocida como Central y otra ubicada en el terminal de Jet Blue.

El senador Rodríguez dijo que el alcance de la visita legislativa se limita a “educar” al público ya que no pueden legislar, ni asignar fondos adicionales para resolver el problema presupuestario de TSA.

El día de mayor tráfico de pasajeros en el aeropuerto internacional es el sábado, cuando se pueden atender entre 80,000 a 120,000 pasajeros. El martes, sin embargo, es el día más lento en términos de flujo de pasajeros en el aeropuerto internacional.

Por su parte, Agustín Arellano, principal oficial ejecutivo de Aerostar, reconoció el problema de largas filas en el aeropuerto internacional. Explicó que las mismas prolongaron considerablemente el tiempo de espera para llegar al primer punto de cotejo y para terminar el proceso compulsorio de inspección de los viajeros, que en ocasiones se extendió por una hora. 

“Hemos tenido una reducción en el personal de TSA y eso hace que haya menos líneas de cotejo e incrementa el tiempo de espera”, dijo Arellano, quien previo al inicio de la Semana Santa hizo un llamado a los pasajeros a que llegaran al aeropuerto  con, por lo menos, tres horas de anticipación, esto para poder completar el proceso de rastreo e ingreso a los terminales. 

Arellano reconoció que el manejo de la fila es responsabilidad de Aerostar, no así el trabajo específico de seguridad en el punto de cotejo, que corresponde a TSA.

“Si llegas con más de dos piezas de equipaje de mano hay un problema, si tienes líquidos o algún alimento que no puede pasar el filtro hay otro problema y eso hace que la fila se atrase”, destacó Arellano. 

Sin embargo, se mostró esperanzado de que las largas filas no se repitan durante la temporada alta de pasajeros, sobre todo en cuanto a salidas se refiere. Ese periodo se extiende de junio a julio.

Según Arellano, el trabajo de los empleados adicionales de Aerostar consiste en orientar al pasajero para que esté listo y sepa qué hacer al momento de llegar al punto de cotejo de TSA. A preguntas de periodistas, dejó claro que los empleados de Aerostar no ejercen labor alguna de seguridad.

El gobierno plantea que el primer sector de la economía en “salir de recesión” ha sido el turismo y basa el argumento, en el aumento en flujo de pasajeros en cruceros.

Según Aerostar, entre el 2012 y el 2015 hubo un incremento de pasajeros de un 14%.