El Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) de Toa Baja se vendió para pagar deudas, y el Municipio no se quedó con nada.

Así lo denunció esta mañana -ante los participantes en la asamblea de pueblo- el CPA Pablo Rodríguez quien informó que el CDT se vendió por $4.2 millones, de los cuales $1.4 millones fue al pago de la deuda del IRS, $2.3 millones para el pago de la deuda al mismo suplidor que compró el hospital y sólo medio millón entró al Municipio.

Sin embargo, Rodríguez dijo que esa cantidad se uso para el pago de nómina.

En su mensaje de recibimiento a las decenas de personas que se encuentran en el Centro Deportivo Llanero en Levittown, el alcalde Bernardo “Betito” Márquez, dijo que algunos le dijeron que estaba loco por convocar una asamblea de pueblo.

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Sin embargo, sostuvo, el propósito del encuentro es informar cómo se encontró el Municipio, que están haciendo y planes futuros. Además, escuchar los planteamientos del pueblo toabajeño.

Dijo que en el presupuesto para el año fiscal 2016-2017, los 185 empleados transitorios no estaban presupuestados.

Por su parte, Márquez le dijo a los asistentes que el problema de la basura era una de sus principales preocupaciones y por eso fue uno de los primeros que atacó.

Recordó que cuando llegó al Municipio no había ni camiones para el recogido de desperdicios, no había aceite hidraúlico ni guantes para que los trabajadores recogieran los desperdicios domésticos. Agregó que aún no hay chavos ni para comprar piezas.

También, en el Centro de Gobierno la situación no fue muy distinta, y de cuatro ascensores, dijo Rodríguez, sólo funciona uno.

El alcalde reiteró que sus prioridades son: ordenar la casa, reestructurar la deuda y establecer un plan de pueblo.