En las redes sociales fue víctima de bulling por un cibernauta que en tono de burla le dijo que con la bandana parecía “una vieja fregona”.

“Lo de vieja no me ofende porque la vejez es un estado digno que debemos asumir y lo de fregona, sí que me honra, porque mi mamá fregó, cocinó y limpió casas para que mi hermanito y yo comiéramos”, afirmó José Vargas Vidot, candidato independiente al Senado por acumulación. 

Desde ese día la pieza de tela que lo caracteriza se tornó viral en redes sociales y en sus visitas a los pueblos la gente lo espera con bandanas.

Pero Vargas Vidot aseguró que independientemente de lo que ocurra el 8 de noviembre, ya él ganó. “Hay 78 allí elegidos y muchos de ellos no han hecho nada. Para mí ganar y perder no es lo importante. Hace tiempo yo soy candidato independiente a ser humano y gané”, sostuvo en entrevista con Primera Hora, bajo el puente del Expreso de Trujillo Alto, en Río Piedras, cuyas inmensas columnas sirven de techo a decenas de deambulantes.

“Las calles han sido mi trabajo, mi oficina. Cuando los políticos me preguntan, ¿tu no estás haciendo caminatas?, les digo que las caminatas de la anticampaña las llevo haciendo hace 30 años. Camino por este puente y sé quienes viven aquí. Sé sus nombres y se dónde están las raíces. Fueron esas personas las que en algún momento dejaron el pupitre vacío, quedaron sin el abrazo deseado, dejaron de leer el libro, recibieron la herida de un hogar sustituto permamente y nadie quiso atender”, afirmó.

Mientras Primera Hora lo entrevistaba, varios conductores tocaban bocinas, otros se ponían una mano en el pecho y le gritaban frases de apoyo. Juan L. Soto, residente de Trujillo Alto, se bajó del vehículo para tomarse un selfie con Vargas Vidot.

Chaco, como lo llaman, se considera un tipo común y corriente. “Soy una persona que le duele el País. Soy un tipo hasta del montón diría yo. En realidad no he querido ser más que eso”, afirmó.

Subrayó que la palabra deambulante no es peyorativa, pero no describe cabalmente lo que es una persona sin techo y sin hogar. “Una persona deambulante es una persona que no sabe hacia donde se dirige. Lo que quiere decir que puede que haya muchos políticos deambulantes, partidos deambulantes, religiosos deambulantes, empresarios deambulantes. Las personas que están en la calle de lo que carece es de solidaridad amorosa, de hogar, pero saben hacia donde se dirigen”, afirmó.

Propuestas principales

De ser elegido senador, luchará por el realce de la comunidad o el llamado tercer sector, para que sea partícipe protagónico del desarrollo económico y social del País. “Tengo proyectos concretos de cómo elevar esa posición para que sean considerados dentro de ajustes fiscales, de decisiones de política pública y dentro de un concepto de desarrollo óptimo”, dijo. 

Destacó que las organizaciones comunitarias producen 121,000 empleos, pero “nada de eso es reconocido”.

“Espero llegar a dejar de estar poniendo parchos. No hay un plan nacional de drogas ni existe una filosofía central de educación. La Legislatura degradó el plan decenal de educación”, afirmó.

Pretende recoger la idea de que es en la raíz de los problemas, donde se producen cambios en el País. “Claro a los políticos no les encanta porque en las raíces no hay espectáculos, no hay cintas que cortar, no hay formas de convertirlo en un momento mediático. Pero a mí no me interesa ganar las próximas elecciones, ni las próximas, sino abrir una grieta en la historia, abrir una puerta en esa muralla en la que se ha convertido el Capitolio”, dijo.

Sin avanzadas

Su forma de ganar adeptos la ha denominado como “la anticampaña” porque se reúne con gente, sin avanzadas y sin agenda, para establecer un diálogo deliberativo que se convierte en un foro abierto.

“En realidad voy como esté. No hay una forma espectacular, no hay grupo que me maquilla, un grupo que me peina, no existe un grupo que me adentra a ciertos lugares y que me hala cuando la cosa se pone peligrosa. La avanzada es la de mi corazón porque lo abro de par en par”, sostuvo.

No ha visitado todos los pueblos porque no cuenta con una maquinaria, pero aseguró que a la mayoría los ha caminado de tres maneras: en mesas comunitarias, en caminatas sin tumbacocos y en centros comerciales, universidades y escuelas. El mayor problema que le traen es la falta de acceso a los servicios de salud, la emigración forzada, la soledad de los viejos y la falta de apoyo para las personas que están siendo abandonadas.

“La gente piensa que los únicos excluidos de la sociedad son los deambulantes y que yo voy a ser quizás un legislador nada más de personas que deambulan, pero yo seré un legislador de toda la comunidad”, expresó el candidato al Senado.

“En todos los lugares aparece gente que yo no conozco y me dicen ‘yo estoy dirigiendo el esfuerzo de Vargas Vidot. Es el barbero, el señor que juega domino.  Son personas claves en la propuesta de País y que han sido olvidados. Esos son los que se han convertido en mi comité de campaña”, indicó para agregar que su guaga pick up, es su comité. Ahí carga megáfonos, cajas, pegatinas y hojas sueltas. Los slogans salen de la misma gente: “Somos calle”.

Tiene una modesta cuenta y rinde informes mensuales a la Oficina del Contralor. “Apenas hemos levantado ni $3 mil pesos desde que comenzamos. Hemos preferido que las personas hagan donación por un cheque para que podamos probar que no estamos al frente del inversionismo político y que las donaciones por más humildes que sean logran su propósito”, detalló.

Sobre la Junta de Control Fiscal, Vargas Vidot dijo que es “una verguenza que la tengamos encima”. Sostuvo que trabajaría con ella para que salga “lo más pronto posible” del País. “Imagino que tendré que ser en algún momento tan contundente que a lo mejor seré el primer legislador arrestado por desobediencia civil”, afirmó.

“Cuando toque el momento donde la voluntad del pueblo sea invisibilizada, haré lo posible, como lo he hecho en pasado, por dramatizar la necesidad de ser escuchado como pueblo”, aseveró.