Juan Dalmau, el candidato a la gobernación por el Partido Independendista Puertorriqueño (PIP), recibió a este diario esta mañana en su residencia, en Cupey, junto a su hijo Gabriel, mientras su esposa Griselle Morales y su hija Sofia, de 6 años, aún dormían.

El candidato pipiolo, muy sonriente dijo que “siempre amanezco feliz, pero hoy particularmente porque luego de una trayectoria que nos ha llenado de grandes satisfacciones le espera un noche gloriosa al PIP”.

Dalmau aceptó que no tuvo oportunidad de soñar la pasada noche porque se acostó muy cansado. Tampoco hubo romance y pasión con Griselle.

“Me hubiera encantado el romance y la pasión pero los niños llegaron de la escuela y no fue hasta que ellos se durmieron que pudimos, mi esposa Griselle y yo, tener un rato y sentarnos en el patio”, dijo el líder pipiolo.

Confesó que su esposa no tuvo la oportunidad de darle un masaje en el tatuaje y su bien cuidada espalda, pero que él sí le dio una a ella en los pies.

En cuanto al tatuaje que adorna el lado superior izquierdo de su espalda y que causó sensación en los pasados días, Dalmau dijo que este se lo hizo “Taco”, en Caguas, siguiendo las especificaciones que él le dio.

 El grabado consta de un puño, símbolo que se ha identificado con las luchas contra el racismo y la opresión y a favor de la libertad y la prosperidad, particularmente de los negros.

A preguntas de este diario de si habrá más jóvenes que copien su tatuaje, este dijo que esperaba que no, porque quiere ser el único en tenerlo.

“No se si quiero fomentar el arte corporal, es algo que hice como individuo, fue una decisión individual y que significa la lucha y la fuerza por los ideales, y como siempre, soy lo que ven”, agregó.