La presidenta de la Junta de Calidad Ambiental (JCA) de Puerto Rico, Tania Vázquez, reiteró hoy que esa agencia ha sido todo lo proactiva que puede ser el organismo de fiscalización en torno al problema de las cenizas de carbón.

También informó, en un comunicado, que la semana pasada esa agencia emitió una nueva orden para que la empresa AES Puerto Rico LP aportara más información sobre el proceso de recopilación y muestreo de las aguas subterráneas contaminadas.

"Es importante atender las preocupaciones de la comunidad en relación al ambiente y la operación de empresas como AES", explicó.

Indicó que los primeros asuntos han sido atendidos en los tribunales.

"La JCA es una agencia de ley y orden, y nos tenemos que atener a las disposiciones de los tribunales. Sobre la contaminación de las aguas subterráneas, emití una orden el pasado 15 de marzo con nueve peticiones amplias de información y/o documentación a AES Puerto Rico que nos permitirá evaluar el grado de responsabilidad de la empresa, si alguna, en la contaminación. Aun seguimos evaluando y no nos temblará el pulso a la hora de fijar responsabilidades", dijo.

Destacó, a su vez, la importancia de la evaluación científica de la JCA porque aun se debe determinar qué empresa o empresas causaron la contaminación de las aguas subterráneas, puesto que ese sector en Guayama ha recibido el impacto de desarrollos industriales, petroquímicos y farmacéuticos.

Además reveló que en esta nueva orden la JCA solicitó de la AES el plan de muestreo para evaluación y aprobación de la JCA, sobre los residuos de carbón acumulados en la pila ubicada adyacente a la instalación, en el cual se analicen los mismos constituyentes que fueron analizados para las muestras de agua subterránea recolectada durante el 2017.

Por otro lado, como secretaria de Recursos Naturales y Ambientales, Vázquez Rivera sostuvo que el problema de comunicación en torno a lo que algunos sectores pensaron que era la venta o alquiler de las reservas naturales "quedó superado. Este gobierno en ningún momento propuso vender, alquilar o enajenar de cualquier manera nuestras reservas naturales".

"Al contrario, el planeamiento es desarrollar el turismo verde en estas zonas, que es de bajo o ningún impacto ambiental, en áreas que así lo permitan, lo que producirá empleos y desarrollo económico para esas zonas y todo Puerto Rico", concluyó.