La Junta de Supervisión Fiscal (JSF) autorizó hoy al Banco Gubernamental de Fomento (BGF) reestructurar sus deudas bajo el Título VI de la Ley Promesa y certificó, sujeto a ciertas condiciones, el Acuerdo en Apoyo a la Reestructuración (RSA por su sigla en inglés).

El RSA ya cuenta con el apoyo del 51 por ciento de las reclamaciones participantes, informó en un comunicado la JSF.

Según Aafaf, al 21 de junio de 2017, 394 individuos, poseedores de más de 2,450 millones de dólares en reclamaciones contra el BGF, habían firmado el RSA, la amplia mayoría de los cuales son acreedores de la Isla.

De hecho, más de 300 poseedores de bonos de la Isla y unas 50 cooperativas de la Isla han suscrito el RSA.

La decisión de la JSF viene en respuesta a la solicitud de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (Aafaf), de junio, en la cual la agencia indicó que la propuesta de reestructuración, junto con ciertos acuerdos de transacción relacionados contemplados en el RSA, "resultaría en una eficiente reducción paulatina y eventual cierre de operaciones y una abarcadora reestructuración financiera de las obligaciones del BGF".

La Aafaf indicó también que al proceder bajo el Título VI de la Ley Promesa con el apoyo del número requerido de sus acreedores, se entiende que el BGF "podrá lograr su objetivo de maximizar el valor para sus accionistas, a la vez que se evitan la demora, los gastos y la incertidumbre asociados a un litigio", recuerda el comunicado de la JSF.

El RSA permite una reestructuración organizada y consensual de una porción substancial de las obligaciones del BGF, incluyendo los bonos públicos, reclamaciones sobre depósitos de municipios y de ciertas entidades no públicas y reclamaciones bajo ciertas cartas de crédito y garantías emitidas por el BGF ("Reclamaciones Participantes").

A cambio de liberar al BGF de las obligaciones relacionadas a esas reclamaciones, los reclamantes obtendrán bonos nuevos a ser emitidos por una nueva entidad.

Para asegurar y mantener una reserva para los bonos nuevos, el BGF transferirá a la nueva entidad que emitirá los bonos, su cartera completa de préstamos municipales, ciertos activos de bienes raíces disponibles para la venta y cierta cantidad de efectivo.

Los nuevos bonos consistirán de tres series, A, B o C, cada una con términos distintos, incluyendo distintas tasas de interés (o cupón) y tasas de intercambio, de entre las cuáles los reclamantes podrán escoger.

En general, a mayor la tasa de intercambio entre el valor de la reclamación actual y el valor de los bonos nuevos, menor será su tasa de interés (o cupón), explicó.

El RSA también tiene el apoyo del grupo Ad Hoc de acreedores del BGF, que posee más de mil millones en bonos públicos del BGF.

Bajo el RSA, los depositantes municipales de Puerto Rico y los poseedores de bonos del BGF de la Isla recibirán trato igual que aquellos poseedores de bonos que están fuera de la Isla, todos como acreedores generales no-garantizados.

Residentes e instituciones de Puerto Rico constituyen el 56 por ciento de los acreedores del BGF.