Toda persona que quiera someter una propuesta de proyectos que tengan que ver con mejorar la transportación, el sistema de energía eléctrica o el de agua potable, y que cumpla con varios requisitos, puede solicitar ser parte del Título V de la Ley federal Promesa y su proyecto se considerará como crítico, lo que agilizará la otorgación de permisos para que no se tarden más de 150 días.

Noel Zamot, coordinador de revitalización de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), adelantó ayer que ya hay siete propuestas para el área de generación de energía que se pueden considerar como críticos para el país.

“A mí me sorprendería, basado en lo que he hablado, que no se sometan propuestas para soluciones capitales y de privatización bastantes abarcadoras en el tema energético en Puerto Rico... hay mucha gente que ve esto como una oportunidad”, declaró el ingeniero en una rueda de prensa posterior a una charla con empresarios en que explicó cómo solicitar a través de una plataforma digital la consideración de proyectos bajo el Título IV.

Zamot dijo que la inestabilidad en el sistema eléctrico es uno de los principales escollos para los negocios y la economía del país.

“Tenemos que arreglar el sistema eléctrico, eso es nuestro trabajo número uno porque afecta a todo el mundo, desde el hotel… hasta el friquitín de la esquina”, agregó.

La idea es revitalizar la economía con capital privado en esas tres áreas en que según dijo son en las que más se necesita.

Para someterse al proceso rápido se debe llenar un formulario que será público. Solo aquellos aspectos que se consideren sensibles no estarán disponibles en línea.

Una vez completado el formulario, en 20 días el proponente sabrá si su proyecto se aceptó. En cinco días sabrá qué agencia -Autoridad de Energía Eléctrica, Acueductos y Alcantarillados, Financiamiento de Infraestructura, Carreteras y Transportación o Alianzas Público Privadas- lo va a trabajar aceleradamente. Luego habrá un periodo de 30 días para recibir comentarios del pueblo cuya única garantía de que serán atendidos es que recibirá una respuesta automática de “recibido”. Luego se tramitan los permisos.

“Queremos que este proceso sea muy abierto y muy transparente”, dijo.

En caso de que sea un proyecto que necesite permisos adicionales de las agencias federales, se hará una coordinación, pero no podrán obligar a que se ajusten al plan de tiempo, reconoció Zamot.

Los requisitos para ser considerado un proyecto crítico es que no dependan de capital gubernamental sino que sean financiados mayormente con capital privado. También deben ser respetuosos con el ambiente, crear empleos, resolver problemas de emergencia y estar adelantado en su proceso de planificación.

Para Ángel Figueroa Jaramillo, presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier), todos los proyectos que se están proponiendo son de generación de energía y eso no es bueno.

“Esa es la única parte lucrativa del negocio pero los apagones en Puerto Rico en este momento no son por falta de generación, es por distribución que es la parte perdidosa y que nadie quiere asumir y eso es preocupante”, declaró.

Con él coincidió el economista Jay Fonseca, quien dijo que la mejor alternativa es que los contratos de privatización de energía que se vayan a otorgar sean en paquetes completos que obliguen a los inversionistas a la distribución, pero para eso se necesita voluntad política, afirmó.

El planificador José Rivera Santana dijo que en este proceso la planificación “nuevamente queda crucificada”, que en ese periodo no es posible hacer una Declaración de Impacto Ambiental adecuada y es falso que los proyectos vayan a incidir en desarrollo económico.

Myrna Conty, portavoz  de la Coalición de Organizaciones Anti-Incineración que reúne más de 35 organizaciones, teme que la empresa Energy Answer que propone una incineradora de basura retire todas las solicitudes de permisos que le han denegado por no cumplir y ahora en este proceso expedito logre lo que no han podido hasta ahora en detrimento de la salud de la gente.

“La gente tiene que despertar y decir no. Acelerar esto es una falta de respeto a la inteligencia de los puertorriqueños”, expresó.