La jurado en el caso de pena de muerte de Alexis Candelario Santana, que figuró como la única en votar en contra del ajusticiamiento del acusado, en ningún momento mintió ni cometió ninguna irregularidad durante el proceso de desinsaculación del panel.

La mujer fue duramente criticada por otros ex miembros del jurado por no apoyar la pena capital contra Candelario Santana, cerebro y uno de los protagonistas principales de la Masacre de La Tómbola, atentado que dejó un total de ocho muertos, el fallecimiento de un feto de ocho meses de gestación y 20 heridos. Un punto central de las críticas a la ciudadana se focalizaron en que esta tenía uno o dos familiares confinados y que se veía incapaz de aplicar la máxima sentencia en el foro federal bajo ninguna circunstancia.

Pero varias fuentes consultadas por Primera Hora en el Tribunal Federal aseguraron que la mujer no ocultó su historial familiar. De hecho, muchas de las críticas se dirigen a la Fiscalía Federal por no haber hecho un mejor trabajo en tratar de detectar y remover la jurado que se convirtió en la “ficha de tranque”, como ha sido descrita en otros medios de comunicación, en su posición de no favorecer la muerte por inyección letal en el caso de Candelario Santana.

Para aplicar dicha sentencia, como sucede con cualquier convicción en el foro federal, se requiere una decisión unánime del jurado.

Del mismo modo, otros expertos en el tema, que fueron consultados y prefirieron mantenerse en el anonimato por el hermetismo que rige la esfera federal, descartaron que la fiscalía pudiese apelar la decisión de cadena perpetua, aun cuando, hipotéticamente, se pudiese probar alguna irregularidad en el proceso de selección de las siete mujeres y los cinco hombres que finalmente decidieron el futuro de Candelario Santana, la mayoría a regañadientes.