Con la misión de darle un resurgir al programa de Comunidades Especiales, María Lourdes Rivera Grajales, juramentó hoy al cargo de coordinadora general de esta oficina gubernamental.

 Entre sus primeras tareas está el volver a levantar el modelo de autogestión que creó la ex gobernadora Sila María Calderón y promover el desarrollo de empresas comunitarias que ayuden económicamente a los sectores pobres de la Isla.

“Nosotros no vamos a cambiar el modelo que tiene la oficina. Ese modelo es sumamente importante. Si acaso sería reevaluar si hubiera que añadir algo adicional. Ese modelo tiene la inserción, el conocer la comunidad, la parte de organización comunitaria, la parte de autogestión y las alianzas. Eso no va a variar. Ese modelo funcionó y no hay por qué cambiarlo. Lo que sí es que es necesario, un poco, reenfocar el trabajo hacia la realidad de lo que hay en Puerto Rico en este momento. Puerto Rico necesita oportunidades autogestivas de microempresas, de autoempleo, de desarrollar diferentes oportunidades, donde las personas, con esa creatividad que tienen, identifiquen nichos donde puedan tener sus negocios y puedan también traer personas de la comunidad para que puedan trabajar dentro de esos negocios”, sostuvo la funcionaria. 

 Rivera Grajales, quien en el pasado fue organizadora de proyectos de Comunidades Especiales, fue juramentada por el juez presidente del Tribunal Supremo, Federico Hernández Denton. La actividad se realizó en el centro comunal de la comunidad Puente Blanco en Cataño.

De la mano de Sila

En su promesa de cumplir con su función pública no está sola. Esto se debe a que la fundadora del esfuerzo a favor de las comunidades desventajadas, la exgobernadora Calderón, le dio un espaldarazo y prometió darle apoyo desde su Centro para Puerto Rico, ubicado en Río Piedras.

Calderón, quien denunció que bajo las administraciones de Aníbal Acevedo Vilá y Luis Fortuño se dejó caer este programa, dijo estar entusiasmada con los nuevos bríos que le inculcará Rivera Grajales al proyecto cumbre de su gobernación (2001-2004).

 “Ahora vuelve la pasión al proyecto de las Comunidades Especiales. Cuando hay pasión, cuando hay convencimiento, cuando se cree firmemente en lo que se está haciendo, se multiplican los panes”, subrayó.

 La ex gobernadora lamentó que por los pasados ocho años se perdiera esa pasión, dedicación y el respaldo oficial del Gobierno.

 “Va a ser un recomienzo difícil. Obviamente, más difícil que la primera vez. Pero esos retos son los que llevan a las personas que están comprometidas a superarse y llevar el trabajo”, puntualizó.

Calderón indicó que el mayor efecto que se observó en los pasados ocho años en las comunidades por esa falta de respaldo gubernamental fue que no hubo una guía en los procesos de autogestión. Esto se debe a que se eliminaron los puestos de 200 trabajadores y psicólogos que ayudaban al fortalecimiento comunitario.

Pese a la situación, el espíritu de lucha de las comunidades especiales nunca cesó, según reconoció el líder de la comunidad Los Filtros en Guaynabo, Jorge Oyola.

“La esencia de las comunidades especiales está intacto, aunque estuvimos ocho años invisibles. El espíritu de la ley está intacto. Soportó el embate de dos administraciones que no creyeron y está listo para reemprender la lucha”, afirmó.

 Rivera Grajales indicó que para volver a reinsertarse en las comunidades intentarán contratar a 80 organizadores de proyectos. Dijo que para lograrlo necesitan una asignación de fondos de la Legislatura que ha estado luchando en los pasados meses.