Largas filas y pocos empleados son la orden del día en los Centros de Servicio al Conductor y las Colecturías durante el último día de la amnistía para el pago de multas de tránsito y de Autoexpreso.

Desde el 19 de agosto, que entró en vigor la amnistía, los ciudadanos reciben un 60% de descuento para el pago de infracciones incluyendo intereses y recargos. Para acogerse al beneficio la persona deberá presentar un informe de multas que no exceda los 30 días de emitido.

Las dependencias tienen en vigor hasta hoy un horario especial en las oficinas hasta las 7:00 p.m.

Varios de las personas entrevistadas por Primera Hora en el CESCO de Sagrado Corazón, en Santurce, se quejaron de que el sistema por Internet no funciona ya que no les permite el acceso para verificar las deudas ni mucho menos efectuar los pagos y por ello tuvieron que hacer una fila de varias horas de duración solo para tomar un turno en el interior.

Otros, como es el caso de Arnaldo Cotto, acudieron realizar gestiones que no se relacionan con la amnistía, pero se han visto obligados a mantenerse horas haciendo una fila ya que el sistema no le permite acceso por Internet.

En esas oficinas solo había tres empleados de siete cubículos disponibles y una en el área de información para atender a decenas de personas.

“Empecé en Río Piedras, en realidad a las nueve de la mañana, se fue la luz como a las nueve y media. La fila le daba la vuelta al CESCO (en Río Piedras). En realidad, lo que tengo es que imprimir la licencia como tal porque no está actualizado el sistema de Internet en la página del CESCO tengo que venir aquí en realidad solo por un papel”, se lamentó Cotto, quien estaba sentado en el piso leyendo un libro.

“Este sistema horrible, lo peor. Quiere uno estar en ley pero no nos dejan”, exclamó, de su lado, Germán Arce, un excomerciante, paciente de cáncer, quien fue sometido hace pocos meses a una cirugía lo que le impidió la renovación de su licencia y el pago de las multas anteriormente.

En la Colecturía de Rentas Internas del Departamento de Hacienda de Hato Rey, no hay una fila para personas con impedimentos y para colmo se le indicó a Arce, que tenía que acudir a las oficinas centrales del Departamento de Hacienda en San Juan para continuar con sus gestiones.

Christine Guzmán, por su lado, tuvo que hacer la fila dos veces y faltar al trabajo porque luego de que hizo un retiro de una cuantiosa cantidad de dinero del banco cuando llegó al CESCO de Sagrado Corazón, en Santurce, se le indicó que no recibían pagos en efectivo.

Ciudadanos en la fila aceptaron que dejaron el pago para la última hora y otros argumentaron que lo hicieron porque estaban ahorrando el dinero para acogerse al beneficio.