El Departamento de Educación y la Universidad de Puerto Rico apoyaron hoy legislación que propone dar permanencia a un instituto adscrito al mencionado sistema de enseñanza y que ofrece distintos servicios a personas con necesidades especiales.

La entidad es el Instituto Filius, creado el año 2000, y es el primer instituto de investigación multi-disciplinario y multi-campus existente en la Universidad de Puerto Rico, se indica en la exposición de motivos de la medida.

Entre los proyectos desarrollados por Filius se mencionan el Proyecto de Autismo Infantil; el Programa de Servicios Relacionados a Estudiantes con Necesidades Especiales; Life Coaches, que ofrece servicio a la población con necesidades especiales y sus familias; y el Proyecto de Investigación sobre las Mejores Prácticas de Servicios para Poblaciones con Necesidades Especiales. También auspicia el Proyecto Inserción de las Personas con Impedimentos en el Ámbito Laboral.

“El Instituto Filius requiere, por su trascendencia e importancia, tener la estabilidad y permanencia para garantizar la continuidad de sus servicios e investigaciones para el beneficio de la comunidad universitaria y en general”, agrega el escrito que explica el objetivo de la medida.

Además de establecer su permanencia y definir sus funciones y dirección, el proyecto asigna, a partir del próximo año fiscal 2014-2015, la cantidad de $2 millones que provendrán y serán consignados anualmente en la partida de asignaciones especiales del Departamento de Educación.

Ordena también al instituto a establecer acuerdos de colaboración con el Departamento de Educación para la prestación de servicios para la población con autismo y otros impedimentos humanos.

Se explicó que al presente el programa Filius, recibe 10% de los fondos de la UPR para operar y el resto de los $4.5 millones necesarios para realizar esta labor se obtienen de propuestas que redactan para ofrecer sus servicios, siendo el Departamento de Educación su mayor cliente. Educación paga $2 millones anuales para diagnosticar y ofrecer servicios a los estudiantes del programa de Educación Especial.

Este arreglo provoca que al final de cada año fiscal, FILIUS se vea forzado a cancelar los contratos de los profesionales que recluta, hasta que reciban los fondos necesarios para volverlos a contratar.