Líderes magisteriales tronaron hoy, martes, contra las disposiciones contenidas en la Carta de Organización Escolar del Departamento de Educación (DE) que, entre otros cambios, pretende reestructurar los niveles escolares y transformar el proceso de reclutamiento de maestros.

Eva Ayala Reyes, portavoz de Educamos y Emilio Nieves Torres, de Unete, calificaron de “antipedagógicas” las medidas comunicadas por el secretario de Educación, Rafael Román, en la Carta Circular 24-2014-2015. Además, opinaron que con esos cambios el funcionario “está dando palos a ciegas”.

“Esta carta circular, que supuestamente trae unos cambios nuevos, realmente lo que hace es materializar denuncias que nosotros ya habíamos hecho en el pasado en cuanto a las medidas que quieren implantarse en las escuelas para cerrar escuelas, declarar excedentes a cientos de maestros e iniciar procesos de privatización con la contratación de maestros fuera de la lista de turnos”, dijo Nieves Torres, al recalcar la unidad de organizaciones que se oponen a esos cambios y representación de un Frente Amplio Magisterial

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 La reestructuración de niveles es uno de los cambios anunciados por la agencia que más molestia ha generado por parte del sector magisterial, por entender que la misma supone cierres de escuelas y eliminación de plazas, pero Ayala Reyes fue más allá al advertir que la determinación les crea un problema de distancia a los padres y alumnos que no viven cerca de la escuela a la que serían reasignados y que expone a los niños y niñas a situaciones de acoso o “bullying”.

El documento establece que la escuela elemental ya no sería hasta sexto grado, sino hasta quinto; la intermedia sería de sexto a octavo grado, y la superior, de noveno a duodécimo grado. La escuela secundaria, mientras, integraría los grados bajo los niveles de intermedio y superior.

En una entrevista publicada ayer en El Nuevo Día, el subsecretario del DE, Harry Valentín, defendió la iniciativa e insistió que existen estudios y evidencia científica que demuestra que hay una mayor retención y mejor aprovechamiento en las escuelas que operan bajo los modelos de prekinder a octavo y de noveno a duodécimo.

Sin embargo, Nieves Torres cuestionó si en efecto existe dicha evidencia, pues hasta hoy la misma no ha sido presentada. Mientras, señaló que la carta generará una “desestabilización del inicio del año escolar porque los padres no van a saber a qué escuela van a llevar a los hijos, porque en las escuelas hay distintas modalidades que se van a implementar con esta improvisación”.

Anticipó el inició tardío de muchos estudiantes que al no saber a qué escuelas les corresponde asistir, ni siquiera podrán tener sus uniformes a tiempo.

“El secretario y el subsecretario han dicho que hay unos estudios, pero cuáles son los estudios… El Departamento no ha demostrado (divulgado) el estudio que diga por qué, al mover un grado a otra escuela, mejora el aprovechamiento académico o reduce la deserción escolar. No hay estudio que sostenga eso. Nadie se va a comer ese cuento”, insistió al recalcar que en la universidad se les enseña que los estudiantes de nivel intermedio, por ejemplo, se clasifican como hasta ahora por los cambios hormonales que experimentan en esas edades.

“Eso es una sicología y sociología estudiada que justifica por qué el nivel intermedio es de esa naturaleza”, sostuvo.

Ayala Reyes, por su parte, apuntó a que esta restructuración solo responde a la necesidad del DE de reducir $150 millones el presupuesto de la agencia. Planteó que no hay que cerrar escuelas, reorganizar niveles, ni cerrar plazas de maestros para recortar el presupuesto de la agencia porque podrían comenzar con la eliminación de puestos de asesores y contratos con compañías privadas que ofrecen servicios educativos.

Sobre la “eliminación” de la materia de estudios sociales de primero a tercer grado y su integración a la clase de español, afirmó que “constituye un ataque frontal a la necesidad de que desde la niñez se fomente una ciudadanía consciente de su historia, identidad y cultura”. La propuesta de integración de materias en esos niveles elementales propone secciones de 140 minutos, en lugar de 50 o 60 minutos, como se dispone para las clases no integradas.

Según Reyes, ese cambio abre la puerta para que en el futuro se elimine la misma materia de otros niveles.

La líder de Educamos, además, estimó que la razón por la que se integrará a español la materia de estudios sociales es porque esta no se mide en las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico (PPAA).

“Esto está atado a la visión de las PPAA de lo que quieren medida, y como lo principal de las PPAA, tampoco es ciencia e inglés, es español y matemática, si yo no fortalezco esto no voy a tener acceso a los fondos federales. La filosofía es que yo tengo que reestructurar la educación de forma tal que yo pueda recibir esos fondos federales para dárselos a las compañías privadas”, argumentó Nieves Torres.

Por otro lado, resaltaron que el reclutamiento automatizado de maestros obviará la lista de turnos y la Ley de Permanencia. Del mismo modo, explicaron que al establecer la cantidad de plazas y otros recursos por escuela desde el nivel central, y antes de que el propio plantel prepare su organización atenta contra la autonomía escolar y viola la Ley Orgánica del DE.

El nuevo sistema de nombramientos, a juicio de ambos líderes magisteriales abre paso a la contratación de maestros influenciada de manera política partidista.

De otro modo, denunciaron que el secretario del DE pretende que se añada a las PPAA el nombre y número de cronos de los maestros, lo que catalogaron como una forma de carpeteo, cuando el mismo Román ha dicho que con las pruebas estandarizadas no se les evaluará.