Con el lema: “Orgullo contra la Junta” la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transgénero, Transexual, Intersexual y Queer (Lgbttiq) llevó a cabo  ayer una jornada de actividades en apoyo al campamento contra la Junta de Control Fiscal frente al Tribunal Federal en la avenida Chardón, en Hato Rey.

El portavoz del campamento civil, cuya manifestación cumplió ayer 11 días, Ibrahim López, afirmó que  cada día se unen más adeptos y donantes a la causa común que es el rechazo al proyecto PROMESA aprobado por el Congreso y firmado por el presidente Barack Obama el  miércoles 29 de junio. 

“Queremos demostrar que Puerto Rico es diverso, demostrar que no necesariamente los estudiantes...  o las personas que han estado antes en la política tienen que ser los que tienen una opinión. La comunidad Lgbttiq tiene una opinión... todo el mundo está bienvenido”, apuntó el portavoz. 

En la actualidad, hay varios equipos trabajando en el análisis de la Ley PROMESA para poder derribar los mitos que existen todavía sobre sus consecuencias.

López explicó que hay  “muchas personas curiosas, muchas personas que quieren educarse” sobre los efectos que tendrá la llegada de la junta y que se acercan al campamento para tener más información.

Admitió también que los críticos tampoco faltan.

“Sí, han venido personas que han expresado sus diferencias de pensamiento pero se ha abierto al diálogo”, explicó el manifestante.

Entre los mitos que han detectado de la evaluación inicial de la ley figura la creencia de que la junta llegaría a la Isla para “poner en regla a los políticos” y el asunto ni se menciona, puntualizó el portavoz.

Los sindicatos también se dejan sentir

También cuentan con el apoyo de varios sindicatos con cuyos líderes se encuentran dialogando para lograr una colaboración mayor. Recordó que bajo PROMESA los grupos de trabajadores no podrán llevar a cabo actividades de protesta. 

“No están contentos con la situación y este ha sido un espacio donde ellos han podido, antes de que lleguen esas siete personas nombradas y confirmadas... expresar el repudio ante esas secciones específicas que les limita la libre expresión de los sindicatos y continuar organizándose para cuando venga lo verdadero”, sostuvo López. 

A la población Lgbttiq la ley les va a afectar como a cualquier población marginada, con la reducción a $4.25 de salario mínimo para los jóvenes de 25 años o menos durante sus primeros tres meses de empleo explicó por su parte, Rafael Capó, uno de los activistas del movimiento. 

“Hay que entender que estas personas sufren el rechazo, muchas veces de sus familias y se tienen que independizar a una temprana edad, al verse forzados a salir de sus casas, ganar $4.25 la hora, no se les va a hacer fácil”, argumentó Capó, quien indicó que el 50% de la población de transexuales en la Isla está desempleada y de ese número una cantidad significativa recurren a la prostitución. 

Por su parte, José García Oquendo, coordinador de las actividades de la comunidad Lgbttiq detalló que en el lugar se colocaron mesas de orientación con personal de la Comisión de Derechos Civiles, el Comité Amplio en Busca de la Equidad y Taller Salud, entre otras organizaciones.