La candidata independiente a la gobernación Alexandra Lúgaro declaró durante una entrevista a un portal de noticias que no cree en Dios, afirmación que le valió de inmediato tanto críticas como palabras de respaldo.

Personas creyentes le han salido al paso comentando que no respaldarían a alguien que no pone a Dios por delante, mientras que otros han argumentado que no es necesario que sea creyente para dirigir el gobierno, e incluso ha sacado a relucir la separación de iglesia y estado. Algunos más también han destacado que otros políticos que afirman ser creyentes han terminado juzgados por actos de corrupción.

En la entrevista, a Lúgaro le preguntaron, “¿Asiste usted a alguna iglesia?”.

“No, al momento no”, respondió la candidata independiente, añadiendo que en el pasado había asistido a la iglesia católica, pero reiterando que al momento no asiste a ninguna iglesia.

“¿Cree usted en Dios?”, le preguntó acto seguido su entrevistador.

“Pues mire… yo le voy a contestar con la verdad, porque a mí me gusta ir de frente… primero pienso que no es relevante a la candidatura y siempre lo he dicho porque quiero que la gente tenga claro que yo estoy aquí para representar a católicos, a protestantes, a musulmanes, a budistas, yo quiero como gobernadora, y tengo que representar y tengo que velar que todas las personas sean iguales ante el derecho. Sin embargo, si usted me pregunta en mi calidad personal, no creo en Dios”, respondió Lúgaro al periodista José Santiago Gabrielini del portal de Nuevaisla.com.

Posteriormente en el día, Lúgaro, a través de su página de Facebook, aludió al tema y llamó a enfocarse en los asuntos más importantes, como la crisis económica, en lugar de su creencia religiosa.

Las reacciones en contra de la candidata eran de esperarse, de acuerdo con la socióloga y profesora universitaria Marla Pérez Lugo, pues “la religión es sumamente importante en nuestro sistema político”.

“Las fuerzas religiosas, evangélicos y católicos, son poderosas a la hora de dictar política pública”, comentó la profesora del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (UPR). “Cuando tú tienes un sector que puede movilizar 150,000 personas para evitar que dos personas del mismo sexo se casen, es algo poderoso. Pedro Rosselló lo sabía muy bien cuando se proyectaba como el mesías y apelaba a todas esas personas”.

Para la experta, en Puerto Rico está lejos de darse la separación de Iglesia y Estado. “Esto es una teocracia. En la cultura, lo que son las normas, las reglas del juego, eso (la separación de Iglesia y Estado) no se da. Y en política, tú no te metes con los religiosos. Es que, cuando llega el Concilio de Iglesias al Capitolio, el Capitolio tiembla. Ellos tienen, o por lo menos perciben que tienen total control de los votos de sus fieles”.

Con todo eso en cuenta, la experta considera bien difícil que un ateo pueda tener el éxito que busca la candidata Lúgaro.

“Un ateo no tiene oportunidad. Se le hace bien difícil, al igual que a un soltero, o una mujer. Si juntas todo eso, que (Lúgaro) es independiente, es mujer, es atea, es bien cuesta arriba”, opinó la socióloga. “Ella violó lo que se entiende y funciona como una norma al expresar que era atea”.

Sin embargo, la socióloga también destaca que los mensajes en respaldo a Lúgaro luego que se proclamara atea revelan un creciente interés en que se cumpla con la separación de iglesia y estado. Añade que no es algo que ocurre en el vacío, sino que viene de la mano de sucesos recientes como son las discusiones en torno a la perspectiva de género y el matrimonio igualitario. “Hay un cambio social. Pero todavía estamos lejos de una separación total de iglesia y estado”.