La Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR) calificó hoy como "un despilfarro monumental" los 2,000 millones de dólares que el Gobierno local ha gastado en los pasados doce años para las pruebas estandarizadas META-PR que toman los estudiantes del sistema público de enseñanza.

Según dijo en un comunicado de prensa la presidenta de la FMPR, Mercedes Martínez Padilla, las compañías de servicios educativos suplementarios que daban tutorías, las de Red de Apoyo Diferenciado que ofrecen desarrollo profesional según el resultado de las pruebas y la empresa Pearson Education Measurement que elabora las pruebas son los que se han enriquecido del Departamento de Educación.

"No solo es una inversión descomunal de recursos, sino que son pruebas que no miden el aprovechamiento de los niños, niñas y jóvenes, ni la capacidad del maestro o la escuela para enseñar", denunció Martínez Padilla sobre las pruebas que se ofrecerán entre el 18 y 24 del corriente mes.

La organización sindical agregó que "no hay evidencia alguna de mejorías en la calidad de la enseñanza que justifique un gasto gigante en estas compañías", y alegó que estas pruebas provocan daño permanente contra los estudiantes del Programa de Educación Especial.

Según Martínez, estos estudiantes -160,000 de ellos- son obligados a tomar el examen que corresponde a su edad cronológica y no a sus limitaciones y edad mental".

Martínez aprovechó la ocasión y mencionó que la empresa Pearson ha sido acusada de prácticas irregulares en distintos estados de Estados Unidos, como fallas en la corrección de las pruebas, atrasos en la entrega de resultados, becas otorgadas a base de resultados erróneos ofrecidos por la compañía y errores en las pruebas.

Martínez dijo además que un juez en el estado de Minesota, que intervino en uno de los muchos casos de Pearson, le imputó "años de problemas de control de calidad" y "una cultura de enfatizar la ganancia y la reducción de costos".

"Aún así el Departamento de Educación premia a esta compañía con contratos multimillonarios todos los años. Ese dinero debe ir a nuestros niños, al salón de clases, para suplir las necesidades educativas", aseguró Martínez.