El menosprecio a los maestros puertorriqueños está insinuado en el Proyecto del Senado 1456 impulsado por el presidente del Senado Eduardo Bhatia para establecer la Ley para las Alianzas en la Educación Pública en Puerto Rico. Así lo ha evaluado el docente Aníbal Muñoz Claudio, profesor de Enseñanza de Inglés como Segundo Idioma de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Humacao.

Para constatar su evaluación resaltó que “la palabra ‘maestro’ no aparece por ninguna parte en la exposición de motivos hasta el tercer párrafo de la página 3 y, por si fuera poco, se menciona después de los gerenciales”.

Muñoz Claudio fue uno de los deponentes en las vistas públicas de la Comisión de Educación, y para el Fomento de las Artes y la Cultura de la Cámara de Representantes, que lideró hoy sábado la legisladora Brenda López de Arrarás, y que tiene ante su consideración el proyecto luego de que fuera aprobado en el Senado.

“Nuestros estudiantes van a recibir una educación de calidad si los maestros le pueden ofrecer una educación de calidad”, expuso enfático durante una ponencia en la que estableció que la medida y otras parecidas “serán unos ejercicios en futilidad glorificados” si no se ubica al maestro como “la fuerza motora que empuja la carreta día a día en el sistema de educación pública”.

Muñoz Claudio observó, por ejemplo, que el proyecto que delegaría la administración de escuelas públicas a entidades denominadas sin fines de lucro solo contiene tres secciones dedicadas a la atención del maestro. 

Dos de estas se despachan en un corto párrafo sin ninguna especificación: Incentivos para la Excelencia y Educación Continua. Sin embargo, la sección llamada Evaluación y Apoyo al Personal Docente se detalla “minuciosa y rigurosamente en 10 páginas”. 

“Yo aplaudo y concurro en que es imperativo y meritorio el cumplir con el rigor de evaluar el desempeño de funciones. Pero, de nuevo, me parece que la palabra apoyo se quedó bien parca en esta sección”, apuntó el experto en educación.

“Solo basta con dar una mirada alrededor del mundo y ver cómo los modelos educativos más exitosos y sostenibles tratan y atienden a sus maestros… vamos a mirar los centros educativos exitosos en nuestro propio terruño. ¿Cuál es el apoyo que reciben los docentes en esas instituciones?”, destacó.

Y como ejemplo de múltiples incentivos que se les pueden ofrecer a los maestros, mencionó sistema de puntos de méritos, bonificaciones por asistencia, orientaciones, talleres y entrenamiento en servicio por materia, estipendios para la creación de clubes y organizaciones, estipendios por participación en comités, oportunidades para desarrollar propuestas, incentivos para publicaciones y creatividad, horarios flexibles, reducción de informes y de tareas administrativas, tiempo compensatorio por actividades extracurriculares “y muchas otras que propicien el reclutamiento y retención de profesionales maestros altamente cualificados”. 

“Toda reforma dirigida a mejorar nuestros sistema de educación pública debe tener como estandarte el mejorar las condiciones de trabajo de sus educadores”, insistió. 

La maestra de inglés Liza M. Fournier Córdova, quien labora en la Escuela Félix Córdova Dávila de Manatí expuso ante la comisión que un proyecto de verdadera reforma educativa tiene que atender lo que ocurre en la sala de clases para implantar medidas que mejoren el servicio educativo. 

“No es poner la administración de escuelas en una Junta y una entidad privada, que lo que puede hacer es repetir las deficiencias administrativas y burocráticas del Departamento de Educación”, acotó acompañada por otros maestros que también expresaron sus objeciones a la medida. 

La representante López de Arrarás explicó que esta vista se celebró sábado para que los educadores pudieran asistir. Anteriormente, había anticipado que la discusión sobre el Proyecto del Senado 1456 se extendería, al menos, hasta marzo.