El representante Manuel Natal se reafirmó hoy en su salida del espacio radial "WKAQ en las tardes", y señaló que combatirá fuertemente los debates políticos cimentados en ataques difamatorios y faltas de respeto.

Tras el fuerte altercado que sostuvo al aire por la radioemisora Univision Radio (WKAQ) con el senador novoprogresista Carmelo Ríos, Natal dijo sentirse "cómodo" con su salida del programa del periodista Normando Valentín. Aunque agradeció la oportunidad que le dieron de participar en ese espacio, reiteró que buscará otras formas de relacionarse con los ciudadanos en las que sienta que está "sirviendo mejor al país".

Asimismo, el representante rechazó que haya sobreactuado al reaccionar exaltado y a gritos, luego que Ríos comentó en medio del debate que cuando este se destacó como líder estudiantil durante la huelga del 2010 en la Universidad de Puerto Rico (UPR) fue una de las personas que ofreció comida de perro a los policías que prestaban vigilancia en el recinto.

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El representante popular ha negado en todo momento haber incurrido en esa conducta. De hecho, el pasado martes dijo durante el programa radial que tanto él como su familia han recibido amenazas de muerte por esas imputaciones.

 Tras la agitada discusión que protagonizó, Natal anunció en vivo su renuncia al espacio radial y Ríos pidió disculpas por sus expresiones.

"Hay cosas que algunas personas quieren tomar por buenas, porque es parte de la política en el día a día, y nos hemos inventado esta cosa a la que llamamos el 'cuero duro' para justificar ese tipo de comportamiento entre políticos. Yo no creo en ese tipo de política. Creo en una política de altura, donde el debate sea contundente, sea profundo, pero que sea con datos y que sea con el mayor de los respetos", manifestó durante una rueda de prensa en la que anunció un paquete de medidas para promover la equidad de género.

Añadió que "yo, donde quiera que me pare, voy a combatir ese tipo de política, y lo voy a hacer con todo el fervor, con toda la fuerza que lo hice en aquel momento, porque una cosa es debatir con pasión y otra difamar. En la política puertorriqueña tenemos que desterrar ese tipo de acción, y el país espera eso de nosotros. No podemos hablar de construir un país diferente si seguimos haciendo las cosas de la misma forma".