El presidente de la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez, tardó casi dos décadas en ser finalmente adoptado por la familia que lo había acogido y convertido en uno de los suyos desde los 2 años. Afortunadamente para él, su familia fue lo suficientemente persistente como para no desistir de adoptarlo, pese a todos los contratiempos que tuvo el proceso. 

Méndez pudo presenciar ayer junto a dos de sus hermanos adoptivos cómo el gobernador Ricardo Rosselló convertía en ley una medida de su autoría que permitirá que el proceso de adopción sea más flexible y mucho más ágil. 

El líder cameral calificó la firma de la ley como “momento histórico” y aseguró que ahora, una vez se establezca el vínculo entre un menor liberado y listo para ser adoptado y su familia adoptante, el proceso no deberá tardar más de seis meses. 

Lo que queremos hacer con esta ley, “es acelerar el proceso de adopción luego de que una familia crea una empatía con un niño o una niña, y ese trámite no dure lo que duró mi proceso que fueron 19 años”, dijo Méndez, señalando que aun con los cambios que se introdujeron a la ley en 2011, hay testimonios de personas que tardaron cinco años o más para lograr la adopción. 

“Esa oportunidad a mí me la dieron y tengo la bendición que tuve a mi papá y mi mamá, dos seres humanos extraordinarios… hoy yo estoy donde estoy por eso”, afirmó Méndez, asegurando que la ley permite que adoptar “sea mucho más rápido, más ágil” y sin elementos traumáticos. 

“El proceso de adopción, tradicionalmente, es uno muy tedioso, muy largo. Y obstaculiza de tal forma que puede ser traumático para los propios niños. Nosotros queremos eliminar o reducir esos obstáculos, hacer un procedimiento que este a la vanguardia”, inndicó Rosselló, quien también estuvo acompañado en la firma por la secretaria del Departamento de la Familia (DF), Glorimar Andújar, y varias familias con hijos adoptados.

“Se consolida en una sola ley todo lo que va a ser el procedimiento, se agiliza y se reduce el tiempo para llevarlo a cabo y se flexibiliza para que las familias y las personas que quieran ser padres y que le puedan dar una calidad de vida a esos hijos así lo puedan hacer”, explicó el Gobernador.

La nueva ley, entre otras medidas, flexibiliza la adopción al ajustar el Código Civil con las nuevas realidades sociales y jurídicas y permitir así que también puedan adoptar parejas de personas no casadas, parejas de personas del mismo sexo, y personas solteras. 

“Se enmienda el código civil, se flexibiliza, precisamente para permitir a personas no casadas, parejas, adoptar de manera conjunta”, explicó Rosselló, aunque aclarando que siempre habrá “un proceso para asegurarse que cumplan con los requisitos”. 

“El Tribunal Supremo de los Estados Unidos ya determinó que las parejas del mismo sexo son un matrimonio. Ya eso está resuelto, heterosexual u homosexual, tienen el espacio, el mismo requisito para asegurar y garantizar que esté en los mejores intereses de los niños”, agregó el gobernador cuando se le preguntó en específico sobre las personas homosexuales, casadas o solteras. 

“En términos de requisitos (para adoptar), son estándares, no importa que sea un matrimonio o personas solteras”, recalcó la secretaria del DF.

“Reiteramos que esto es el derecho de los niños a tener padres y por lo tanto lo que queremos es aumentar esa cantera de personas que estarían dispuestos a darle su cariño”, insistió Rosselló. 

La nueva ley también, permite que una madre pueda entregar a un recién nacido en una institución hospitalaria de manera segura sin que sea un delito de abandono. 

Asimismo, crea el Registro Estatal Voluntario de Adopción, m ediante el cual se espera identificar la s personas interesadas y cualificadas para adoptar un menor, así como los menores sujetos a ser adoptados. 

Según se informó, al momento hay en Puerto Rico 140 menores liberados y listos para ser adoptados.