La exsenadora novoprogresista Melinda Romero Donnelly lamentó hoy, jueves, que algunos partidos políticos, durante años recientes, estén "secuestrados" por las aspiraciones de algunos líderes, en lugar de responder al clamor y las necesidades de la base o la mayoría de los integrantes de las colectividades políticas.

"Antes el delegado era el dueño absoluto del partido y no los intereses particulares de sus aspirantes", dijo Romero Donnelly al coincidir con expresiones hechas por su padre el exgobernador, Carlos Romero Barceló, tras participar el miércoles en una reunión del Directorio del Partido Nuevo Progresista (PNP) en la que se anunció formalmente la renuncia de Luis Fortuño como presidente de esa formación política.

"No me parece que es el momento de tener al mando del partido a una persona que posiblemente sea un aspirante a la gobernación", dijo Romero Donnelly al comentar, sin mencionar su nombre, sobre la pretensión del comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, de convertirse en nuevo presidente del PNP.

La exlegisladora, en entrevista con este medio, descartó que tuviera interés en ser la secretaria general del PNP y coincidió con su padre al subrayar que le gustaría que su partido "se reorganizara sin la presión de que el que ostente la presidencia vaya a convertirse en candidato".

"Esto es un proceso que necesita mucha entrega, un proceso que no esté sometido a los vaivenes del debate público", insistió al referirse a la necesaria reorganización del PNP tras la derrota en los comicios generales, revés que atribuyó a que la colectividad "le dio la espalda a la clase media y la clase media no fue a votar".

Romero Donnelly subrayó que el Directorio no es el ente máximo del PNP sino la asamblea general y destacó que su padre ha tenido una preocupación creciente en los últimos años, centrada en que el partido "se ha desligado de su base".

"Somos un partido en el que quienes gobiernan son sus miembros, los delegados, los presidentes de barrio. Son sobre 6,000 delegados, ese es el ente gobernante, no el Directorio", puntualizó al validar la crítica enérgica de Romero Barceló por el proceso para escoger un nuevo presidente.

Rebote en la cara  

"En el partido urge escuchar a los que tienen más experiencia y en ocasiones no se ha escuchado el consejo del único fundador que le queda. Eso nos ha rebotado en la cara", sostuvo al referirse a su padre, quien ayer opinó que se ha gestado "un golpe de estado" que favorece a Pierluisi y cuestionó la asamblea en agenda para el 3 de febrero.

Romero Barceló dijo que "la asamblea simultánea en 14 regiones", según anunciada por Fortuño, no es realmente un asamblea porque no se trata de un grupo reunido en un mismo lugar donde se puedan someter mociones y debatir para luego votar.

Su hija, Romero Donnelly, opinó que lo que se realizaría el 3 de febrero es "una votación de asamblea, pero no es una asamblea general. Él (Romero Barceló) tiene razón".

Recordó que los delegados pueden contradecir al Directorio y que pueden reclamar, a través de los vicepresidentes, una asamblea plena, incluso antes del 3 de febrero. Romero Donnelly también señaló desconocer de dónde surge el rumor de que tenía interés en la secretaría del PNP y que eso motivó las criticas de su padre al nombramiento de José Torres Zamora en ese puesto.

"No sé de donde salió eso. No he expresado interés para ese cargo, pero para el partido, para lo que sea siempre estaré disponible", sostuvo Romero Donnelly. Agregó que al no lograr su aspiración de ocupar un escaño en el Senado, su prioridad será atender a sus hijos y negocios familiares.

"Mis hijos son la prioridad y desarrollar mis negocios", declaró, a la vez que aclaró que sigue sus gestiones con sus contactos en Washington para adelantar la estadidad para Puerto Rico ante los resultados del plebiscito del 6 de noviembre, donde la opción de la anexión plena del país a los Estados Unidos fue ampliamente favorecida.

 "No necesito puestos"  

"Estoy haciendo mis gestiones en el Congreso y lo que me toca como estadista para promover el resultado de la votación. Para eso no necesito puestos", agregó al expresar que desconocía sobre su designación para formar parte del Comité de Estatus creado por decisión del Directorio en su reunión del 9 de enero.

Sobre ese comité, su padre, Romero Barceló, también expresó el malestar de que Pierluisi lo presida. Opinó que el comisionado residente se autoproclamó líder del comité cuando lo adecuado es que todos sus miembros se reúnan y decidan quién lo presidiría.

 Romero Donnelly, por otro lado, manifestó categóricamente que hay disposiciones del reglamento en el PNP que le parecen "un poco absurdas" y precisó que "no me parece coherente" el interinazgo actual de Luis Fortuño en la presidencia.

"Lo natural es que un vicepresidente asumiera las riendas", aseveró al insistir en la urgencia de una reorganización, "antes de enfocarnos en quién será nuestro candidato (a la gobernación)".

Para la presidencia, además de Pierluisi, ha expresado interés el senador Thomas Rivera Schatz, pero si el legislador no somete una candidatura formal para ese puesto directivo del PNP entre el próximo lunes y el viernes, 18 de enero, el comisionado residente en Washington podría quedar como único candidato y sería ratificado como presidente el 3 de febrero.

Esa situación sería así, si Rivera Schatz descarta la candidatura u otros estadistas señalados públicamente como potenciales líderes. Entre otros nombres se ha especulado sobre Ricky Rosselló, hijo del exgobernador Pedro Rosselló González, y también se ha mencionado el nombre del doctor Iván González Cancel. Sin embargo, el joven Rosselló, hoy catedrático de la Universidad de Puerto Rico, descartó hoy, jueves, en entrevistas radiales optar por la presidencia del PNP en este momento.