El alto costo de vida y la debilidad de la economía   encabezan la lista de preocupaciones del consumidor puertorriqueño que, como respuesta, ha cambiado hábitos de consumo para comprar  estrictamente lo necesario y cocinar   más en su  hogar. 

Preocupa también   al consumidor el alza en los precios de la gasolina,  sus ingresos y finanzas personales y el miedo a perder el trabajo.

Las percepciones y la actitud actual del consumidor se recogen  en la Radiografía del Consumidor que presenta anualmente  la Cámara de Mercadeo Industria y Distribución de Alimentos (MIDA) y cuya versión para el 2010 se ofreció  ayer.

El estudio, realizado con 1,350 entrevistas en toda la Isla por la empresa Gaither International , concluye  que tres cuartas partes de los consumidores (76%) han cambiado sus hábitos para comprar estrictamente lo necesario y que el 53 por ciento cocina ahora más en la casa. Este último renglón, destacan  los autores del estudio, es el de mayor aumento.

Otro comportamiento que  incrementó su arraigo entre  el consumidor puertorriqueño es la revisión de los llamados shoppers antes de ir al supermercado. El 47 por ciento de los consumidores reportó seguir esa práctica. 

Un 32 por ciento respondió  que “compra en la tienda mirando el shopper”, mientras que otro 42 por ciento indicó que lleva una lista cuando va de compras.

El artículo principal que lleva a los consumidores a seleccionar una tienda  tras revisar los shoppers es la carne, seguida de los productos enlatados.

El estudio revela que el gasto promedio de la compra principal aumentó de los $171 que se pagaba en el 2009 a $188 para el presente año 2010.

El método principal de pago de la última compra principal fue la Tarjeta de la Familia, con un 45 por ciento, seguida de efectivo,  las ATH  y finalmente las tarjetas de crédito.

La “compra relleno”  que realizan la mayoría de los consumidores aumentó también de $29 en el 2009 a $37 en el 2010. En esa compra  lo que se adquiere son  productos de primera necesidad y uso diario tales como leche, pan, jamón, jugos y huevos, se indica.

A la hora de decidirse por marcas, los puertorriqueños prefieren las “marcas nacionales” cuando se trata de alimentos y artículos de uso personal, pero recurren a las “privadas” o genéricas para productos de limpieza, papel y lácteos.

El consumidor evidencia conciencia ambiental y la mayoría afirma que  compraría  alimentos en materiales reutilizables, al igual que   bolsas reutilizables y que está dispuesto a cargar con ellas para  sus compras.