San Juan.- La agencia de calificación Moodys advirtió hoy del riesgo "significativo y creciente" de que el Estado Libre Asociado de Puerto Rico y su Banco Gubernamental de Fomento (BGF) no dispongan de la liquidez estimada por las autoridades locales.

Moodys divulgó hoy un informe en el que la agencia de calificación apunta que en el presente escenario estima adecuado el nivel B2 que le concedió -el pasado 1 de junio y que mantiene- a las obligaciones generales de Puerto Rico, lo que las sitúa en un grado de inversión altamente especulativo.

Según Moodys, la previsión que hace el BGF para la liquidez del Estado Libre Asociado para finales del presente año fiscal, que termina el 30 de junio de 2015, es de 1.680 millones de dólares, lo que, según la agencia, supone un riesgo de incumplimiento.

Alerta de que en caso de que la liquidez esperada no alcanzara el nivel previsto puede llevar a una nueva degradación de la deuda de las obligaciones generales de Puerto Rico.

Moodys señala que una nueva degradación pudiera estar justificada, además de por la falta de liquidez, por la necesidad del Gobierno central de acudir al rescate de sus endeudadas corporaciones públicas y la dificultad que enfrenta Puerto Rico para financiarse a través de nueva emisión de deuda.

El informe recuerda que el pasado 28 de junio fue aprobada una ley que regula la quiebra de las corporaciones públicas de la isla con el objetivo de que el Gobierno central no tenga que acudir a su rescate financiero y de disponer así de una mayor liquidez.

Moodys matiza que el beneficio de esa ley puede ser limitado, ya que un supuesto impago a los tenedores de deuda dificultará que en el futuro esas empresas puedan acudir al mercado a financiarse y, en cualquier caso, las compañías públicas pueden seguir necesitando apoyo financiero para mantener sus operaciones.

La agencia ve en la caída de ingresos fiscales otro riesgo para la liquidez y advierte que desde que en marzo pasado se lograron 3.500 millones de dólares en una emisión la capacidad de emitir deuda pública de Puerto Rico se ha deteriorado.

El informe de Moodys llega un día después de que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) -la principal compañía de la isla- anunciara que alcanzó un acuerdo para posponer el pago a bancos locales de varias líneas de crédito para comprar combustible y mantener operaciones, además de iniciar la negociación con los tenedores de deuda del monopolio eléctrico.

La AEE matizó que la negociación de las condiciones de pago a los a los tenedores de títulos de deuda de la compañía no significa que se acoja a una suspensión de pagos o a la Ley de Cumplimiento con las Deudas y la recuperación de las Corporaciones Públicas, conocida popularmente como "ley de quiebra criolla".

La aclaración de la AEE no impidió que ese mismo día Standard & Poors volviera a degradar el crédito de la AEE, de B- a CCC, lo que la sitúa dos escalones por delante del último nivel crediticio ya dentro del nivel de inversiones especulativas ("chatarra" o "basura").

El informe de Standard & Poors justifica la nueva degradación por entender que la compañía puertorriqueña es vulnerable a una hipotética suspensión de pagos y depende de negociaciones con entidades financieras locales para poder cumplir con sus compromisos más inmediatos de compra de combustible y operaciones.