A pesar de los cientos de casos de personas en Puerto Rico infectadas con el virus del Chikungunya, una nueva enfermedad que se transmite por la picada de un mosquito y que puede causar meses de intensos dolores, entre otros síntomas, la ciudadanía todavía no parece cobrar consciencia de la importancia de tomar medidas para prevenir el contagio y propagación de la enfermedad.

Así lo expresó la epidemióloga del Estado, Brenda Rivera, quien indicó que al presente se han confirmado 993 casos de Chikungunya en el País, pero que cada semana se reportan miles de otros casos de personas que se sospecha podrían estar contagiados con el virus.

"Hay preocupación en la ciudadanía, pero no se toman las medidas. Veo poca gente que lleve siempre el repelente consigo ", dijo Rivera como parte de su ponencia "Virus del Chikunguya: enfermedad emergente en las Américas", que presentó este jueves en el decimoquinto ciclo de conferencias del Instituto de Estudios del Caribe de la facultad de Ciencias Sociales del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.

 "La prevención primaria es reducir la exposición a los mosquitos y esto requiere cambios en la población y las medidas de salud pública más difíciles de lograr tienen que ver con el cambio de conducta, el que se use la ropa adecuada, eliminar los criaderos de mosquitos, usar repelente", indicó la funcionaria que igualmente exhortó a los ciudadanos a colocar tela metálica en puertas y ventanas.

Rivera reconoció que, por ejemplo, cambiar la forma de vestir en un país como el nuestro es un factor que puede generar resistencia, pues puede resultar incómodo por nuestro clima usar ropa más cubridora que no deje expuesta mucha piel. La epidemióloga usó su experiencia personal y dijo que este verano dejó de usar faldas y en cambio ha vestido más pantalones largos.

"Esto es difícil en el Caribe, donde hace tanto calor, pero existe ropita de algodón que es fresquita", indicó.

Asimismo, Rivera dijo que la fumigación o asperjación por parte del Gobierno no es un mecanismo adecuado para combatir a los mosquitos que cargan el virus.

 “Muchas veces son cortinas de humo. En el pasado, hace muchos años atrás, cuando se podían usar otros insecticidas, sí eran muy efectivos para detener esos vectores (mosquitos)... pero ya muchos de eso químicos no lo podemos usar. La fumigación o la asperjación es un esfuerzo, pero no la panacea; lo que te va a controlar el brote es la prevención de la picadura", sostuvo.

La epidemióloga del Estado dijo que el Departamento de Salud y el Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) están "haciendo lo posible para llevar el mensaje de prevención", pero aun así, todavía ve muchos ciudadanos que tienen escombros y objetos en el patio en los que se acumula agua y que son criaderos de mosquitos que pueden transmitir el dengue y la Chikungunya.

Incluso, para reforzar su mensaje de prevención, Rivera concluyó su presentación con el mensaje en inglés: "Keep calm and wear insect repellent" (Manténgase calmado y use repelente de insectos).

El Chikungunya es un virus que se detectó en Puerto Rico el 15 de mayo de este año y que llevó a declarar una epidemia el 16 de julio. La enfermedad provoca principalmente fiebre y dolores en las coyunturas, así como un salpullido en la piel. No se contagia por contacto humano, sino por la picadura de un mosquito que anteriormente haya picado a una persona infectada. Sus efectos pueden durar meses o, en algunos casos, hasta años.

Alta concentración de casos en área metro

De acuerdo a Rivera, el 44% de los pacientes confirmados con Chikungunya en la Isla tienen entre 20 a 59 años y el 80% de ellos vive en el área metropolitana. Además, dijo que los 993 casos confirmados por medios de pruebas de laboratorio no ofrecen un panorama completo de la magnitud de la propagación de la enfermedad en Puerto Rico, porque los resultados de esos exámenes toman más de un mes en conocerse y porque hay ciudadanos que no están acudiendo a su médico a examinarse.

"Hay muchos más casos allá afuera", aseveró Rivera.

La profesional de la salud exhortó a la ciudadanía a realizarse las pruebas para descartar que se trate de otra enfermedad con mayor posibilidad de ser mortal, como es el caso del dengue.

 "(No hacerse las pruebas) es un grave error. No es por el Chikungunya, es por el dengue. Quizás los salubristas no estamos llevando el mensaje claro: está bien, el Chikungunya quizás no es letal, pero tienes que estar seguro de que (lo que) tienes es Chikungunya", aseveró la doctora, quien agregó que se habla de una vacuna, pero que no se prevé que exista en el futuro cercano.

Hasta el momento, dijo Rivera, han muerto 32 personas en todo el Caribe por Chikungunya, pero ninguno en Puerto Rico, por lo que se considera que la "mortandad es rara”.

Comentó que la enfermedad sí es especialmente peligrosa en infantes y recién nacidos, así como en personas mayores de 65 años o si se combina con otras condiciones de salud como hipertensión, diabetes o enfermedades cardiovasculares.

Rivera explicó que se cree que el virus llegó a Puerto Rico con algún viajero desde República Dominicana, una de 33 jurisdicciones en las Américas en que ya se han detectado unos 580,000 casos sospechosos o confirmados. El Chikungunya se contempló como un potencial problema sanitario desde el 2008, pero no es hasta el 13 de diciembre del año pasado que los primeros 10 casos se detectan en el Caribe, esto en el lado francés de San Martín.

Como parte de su ponencia, Rivera explicó que se ha producido importante material educativo en el Caribe de habla inglesa sobre el tema, que pidió traducir para usarlo en la Isla. Expresó también que hay muchos esfuerzos en República Dominicana para reportar sus casos, que para el mes de julio totalizaban casi 200,000 casos sospechosos -según páginas de internet de diversos medios-.

 Rivera dijo que existe un intercambio de información y esfuerzos conjuntos entre las autoridades de salud de Puerto Rico y otros países del Caribe, como talleres y el compartir de los protocolos de vigilancia. Incluso se contempla que se evalúen en la Isla las pruebas de laboratorios de lugares como Islas Vírgenes.