Las deudas y el apretado flujo de dinero mantienen en jaque el progreso del municipio de Arecibo, denunció el nuevo alcalde Carlos Molina Rodríguez, afiliado al Partido Nuevo Progresista y quien sustituyó a su correligionario Lemuel Soto.

Molina, un exrepresentante y ex Secretario de Corrección, dijo enfrenta un déficit de $15 millones y una deuda pública de $60 millones. Los gastos mensuales ascienden a $3 millones y al Municipio solo entran unos $630 mil.

“No tenemos ni para pagar a los empleados. A cada uno de nuestros suplidores le debemos algo. Estamos en bancarrota”, afirmó Molina Rodríguez.

“Estamos bien por debajo de lo que se necesita para poder cubrir lo que son los gastos operacionales. Para que tengas una idea, en lo que es la nómina de nuestros empleados municipales nada más, se nos van $973 mil”, señaló.

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Insistió en que a pesar de la crisis fiscal no despedirá empleados, y que se hará una reducción de jornada laboral para que se trabajen cuatro días semanales. Alegó que esta medida no perjudicará los servicios que ofrece el ayuntamiento, pues “se van a turnar empleados entre jueves y viernes” para que el Municipio funcione los cinco días.


Durante la conferencia de prensa también se anunció la creación una oficina unificada para la recaudación de ingresos del IVU, patentes, permisos y deudas por cobrar que suman a $5.5 millones.

“Antes habían tres directores en oficinas aparte quienes estaban encargados de los recaudos. Ahora se nombró un director único de recaudos que tendrá la responsabilidad de un grupo que se estableció que se va a tirar a la calle a cobrar, así que vamos a ser más eficientes”, detalló el Alcalde.

Otra de las medidas presentadas fue la de una ordenanza municipal que buscará recaudar el dinero procedente de las multas de tránsito por parte de la policía municipal.

“Antes los (policías) municipales daban los boletos y el Estado se llevaba ese dinero. Ahora, esos recaudos de la Ley de Tránsito pagarán directamente al Municipio”, explicó Molina Rodríguez.