Para el abogado Salvador Rovira Rodríguez los médicos tienen que evaluar seriamente si en realidad quieren acogerse al Decreto de Exención Contributiva y qué beneficios pueden obtener del mismo.

Esta semana el gobernador Ricardo Rosselló Nevares firmó la Ley de Incentivos para la Retención y Retorno de Profesionales Médicos que busca atajar el éxodo de galenos, incorporando una tasa fija de contribuciones sobre ingresos de un 4%, además de la tributación sobre dividendos generados por la práctica de servicios médicos en el País, entre otros asuntos.

El exadministrador de la Corporación del Fondo del Seguro del Estado (CFSE) aceptó que a diario recibe consultas sobre el tema.

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Sin embargo, aclaró que el que un médico obtenga unos incentivos contributivos no le garantizará seguridad económica, ya que por otro lado hay que ver si los pacientes llegan hasta él.

También se suma a la ecuación los planes médicos, que son los que deciden si un médico entra o no a su red de proveedores.

El gobierno “parte de la premisa de que hay un problema. Tú le puedes dar a los médicos todos los incentivos, hasta el 0% de contribuciones, pero si al médico no le llega el paciente y el médico no tiene contrato con el plan médico para que pueda generar una factura, ¿de qué me vale el 0% si no voy a generar ingresos?”, cuestionó el abogado experto en casos de mala práctica.

Aceptó que la ya firmada ley no controla eso.

De igual forma, objetó si en realidad el médico va a querer mostrar todos sus ingresos al Departamento de Hacienda, para que luego esa misma información pueda ser usada en su contra.

Cuando miras la ley es muy buena “porque trata de que en Puerto Rico exista un banco de talento y que no se nos vayan para atender la situación de salud pública. Pero lo único que dice es, ‘te voy a bajar a 4% los taxes… pero si no cualificas no te voy a dar el decreto, y para cualificar tienes que pasar un sinnúmero de cosas. Primero, me tienes que entregar toda tu información financiera, todas tus estructuras corporativas, todo lo que te ganas y yo voy a analizar dos cosas: si en realidad tu especialidad es una que amerita que yo te dé un decreto… o sencillamente esa especialidad, en esa región específica donde tú operas, no lo amerita’”, explicó el abogado sobre el espíritu de la ley.

Confesó que a su consulta van médicos preguntando: “¿‘Me meto o no me meto? ¿Firmó o no firmó el decreto? ¿Le doy toda mi información a Hacienda para que después no me dé el decreto y de momento sabe cuánto yo me gano?’”, ejemplificó Rovira Rodríguez quien aceptó que por alguna razón los doctores en la Isla “tienen un sello de evasión contributiva en la frente”.

“A los médicos consistentemente Hacienda los está investigando… y lo veo en mi oficina, a veces hasta injustamente… (porque) como cualquier entidad que presta servicios profesionales, pueden crear una estructura que le permita beneficiarse contributivamente”, argumentó.

Confesó que la pregunta de los 64,000 chavitos “es si el médico quiere coger y entregar toda esta información a un Departamento de Hacienda, de Salud y de Desarrollo Económico a cambio de que me baje (un por ciento en particular)… y voy a estar retratado. Y si no me dan el decreto me pueden investigar para atrás”, alertó.

El abogado indicó que “el problema es que aquí los médicos van a decir, y van a salir corriendo como manadas, ‘fírmame, fírmame el decreto’. Cuando ellos estén analizando (allá) en Hacienda van a decir, ‘pero este tipo produce $2.000,000 al año, ¿por qué yo le tengo que dar un beneficio contributivo? ¿Por qué él se va a ir? ¿Tú de verdad te vas a ir, de verdad? Lo que yo voy hacer es coger toda esta información que está aquí…”, indicó.

Sin embargo, Rovira Rodríguez confesó que “quisiera pensar que el Gobierno no va a hacer eso; quisiera pensar que el Departamento de Hacienda no va a utilizar esa información para irse detrás de los médicos. Lo que pasa es que la ley no me dice que no lo van a hacer… No encontré nada que diga: ‘toda la información que se está revelando aquí no va a ser utilizada en contra del médico’. Yo no te puedo decir que eso va a pasar, pero hay que entregar un montón de información”, sostuvo.

Además, cuestionó qué harán ahora los planes médicos, que “cada vez lo que hacen es exprimir más al médico y bajarle (lo que les pagan por servicios prestados). Ya tienen que estar todos los presidentes de estas compañías sentados diciendo, ‘si el médico va a tener un beneficio contributivo yo le voy a bajar las tarifas…”, opinó.

Ejemplificó que en Puerto Rico hay cinco compañías de seguros controlando 3.5 millones de habitantes. “No hay ley, no  hay incentivo contributivo que aguante eso”, sentenció.

El abogado exhortó a los médicos a que entiendan “que de verdad esto es algo voluntario… que tienen que analizar dónde están practicando, quién es su competencia; si tienen acceso o no a los planes médicos…”.

Indicó que esta ley sí sería atractiva para aquellos especialistas que no tienen mayor competencia como, por ejemplo, los que practican la perinatología.

Que el pan sea para todos

De otro lado, el exfuncionario bajo la administración del gobernador Aníbal Acevedo Vilá dijo que en Puerto Rico se debería legislar lo que se conoce como Any Willing Provider, que son leyes en los estados que proveen para que un médico que llegue a un pueblo y tenga todas sus credenciales, las compañías de seguros se vean obligadas a dejarlos operar.

“Porque si tú eres médico y cumples con todas tus credenciales y llegas a un pueblo y abres esta oficina y no te quieren contratar, ¿qué tú haces? Te mueres de hambre. Pues entonces, ¿dónde está el control de la salud de un pueblo? En la compañía de seguro. En algún sitio alguien tiene que prender un switcher y decir,  ‘oye, esto de alguna forma hay que tratar de regularlo para que las personas puedan tener servicio’”, mencionó.

Agregó que “en un sistema capitalista todo el mundo tiene derecho a hacer dinero, a vivir, a comer, pero estos médicos tienen que tener acceso. Crearle una obligación al plan de privilegiar esos médicos, para que ese médico que cumpla con estos criterios caigan en estas leyes…”.