Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía en 2001 y crítico de la globalización, dijo hoy que las medidas de austeridad impuestas a Puerto Rico por la Junta de Supervisión Fiscal, entidad federal que controla al Ejecutivo de la isla, son peores que las que sufre Grecia

El reputado economista impartió una conferencia en San Juan, donde predijo que si se implantan las medidas aprobadas por la Junta de Supervisión Fiscal la economía de Puerto Rico podría caer cerca de 15%.

Stiglitz sostuvo que el Plan Fiscal aprobado, que contiene las líneas maestras para cuadrar los presupuestos de los próximos años, puede provocar que la isla caribeña se deslice hacia otra década pérdida, en referencia a los últimos diez años, en los que la economía local ha mantenido una tendencia negativa a la que no se ve fin.

La Junta de Supervisión Fiscal es una entidad de control al Ejecutivo local establecida por la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (Promesa, por sus siglas en inglés), una norma aprobada por el Congreso en Washington con el objetivo de dar una solución a una deuda impagable que ronda los 70,000 millones de dólares.

"Lo que se está haciendo en Puerto Rico es más draconiano que lo que pasó en Grecia", subrayó Stiglitz, para quien es un hecho que las economías que entran en un periodo de prolongada recesión se dirigen hacia un precipicio para el que la fórmula es estimular el crecimiento.

El economista resaltó que hubiera sido mucho más beneficioso para Puerto Rico invertir el dinero destinado a pagar a los acreedores en, por ejemplo, promover las infraestructuras de la isla caribeña.

Por ello, apostó sin dudas por una quita que debería situarse en el 80 % de lo adeudado a los acreedores.

Stiglitz indicó que el Plan Fiscal aprobado por la Junta de Supervisión tiene como objetivo presionar hasta el extremo al Gobierno de forma que se destine el mayor dinero posible a cumplir con los acreedores, lo que, evidentemente, provoca que se deje de invertir servicios para la población.

Dijo que los acreedores solo buscan su beneficio y no tienen ningún interés en lo que le pase a los demás implicados, en este caso el Gobierno de la isla y su población.

El profesor universitario apostó por, una vez atendido el asunto de la deuda, que la prioridad sea la inversión pública como forma de incentivar una economía como la puertorriqueña, que se encuentra estancada desde hace una década.

Una de las claves apuntadas por Stiglitz es que los bancos abran "el grifo" en la concesión de préstamos, tanto a particulares como sobre todo a pequeñas y medianas empresas.

En cuanto a los motivos que provocaron la crisis en la que está sumida la isla desde hace una década, apuntó a la creación del Tratado de libre Comercio de Norteamérica (Nafta, por sus siglas en inglés), que provocó un mayor acceso de México y Canadá a la economía estadounidense, lo que a su vez limitó a Puerto Rico.

Además, el fin de los incentivos para las empresas que se establecieran en la isla tampoco ayudó a la economía local.

Stiglitz concordó además con las previsiones de que el Producto Interior Bruto (PIB) seguirá cayendo durante los próximos años.

El profesor universitario indicó que el estatus de la isla, un Estado Libre Asociado a Estados Unidos que depende del Congreso en Washington para las áreas claves, tampoco ha ayudado, ya que limita su autonomía en política económica.

Apuntó que esa subordinación política de Puerto Rico al Congreso estadounidense ha permitido, por ejemplo, la aprobación de la Ley Promesa, una normativa pensada con mentalidad municipal cuando la isla caribeña es un país, según apuntó.