La derrota de la propuesta eliminación de la Ley 80 en el caucus de la Palma en el Senado subió de tono ayer, por la pugna de poder que se libra en el seno de la colectividad azul.

El gobernador Ricardo Rosselló, en declaraciones desde Nueva York, acusó al presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, de recurrir “a mañas del pasado”, luego que el caucus de senadores, en votación de 15-5, no dio paso a la versión de la Cámara junto a la propuesta del senador Miguel Romero de ampliar la Ley 100 antidiscrimen.

“Este era el momento de unirnos y juntos lograr salir del pasado vergonzoso que heredamos. Optó por obstaculizar, optó por seguir las mañas del pasado que nos han metido en esta situación”, expresó Rosselló en declaraciones escritas. 

“Lamentablemente, el presidente del Senado, en un acto adicional en contra de nuestros esfuerzos en beneficio de la mayoría del pueblo, logró lo que siempre quiso”, dijo el gobernador en alusión “al incumplimiento” del acuerdo que suscribió con la Junta de Supervisión Fiscal (JSF).

 “El riesgo de la pérdida de miles de millones de dólares para Puerto Rico por concepto de reestructuración de la deuda recae sobre esta acción. De igual forma, la pérdida de millones de dólares en asignaciones para los Gobiernos municipales que habíamos logrado recae también sobre el presidente del Senado”, añadió en su misiva.

Ya en estos días, ambos líderes penepeístas habían tenido otro diferendo público cuando Rosselló atribuyó al líder senatorial la autoría de la creación del fondo de compensación de $100 millones con dinero público para trabajadores despedidos, contenido en la versión de la Cámara sobre la Ley 80.

Ayer en el caucus, el secretario de la Gobernación, Luis Rivera Marín y el secretario de Asuntos Públicos, Ramón Rosario, y miembros del equipo económico de Rosselló, no lograron que la mayoría de los senadores cambiaran su posición sobre la medida.

Luego que concluyó el cónclave, que se extendió por tres horas, el equipo de Fortaleza salió del salón Leopoldo Figueroa en el Capitolio, con rostros desencajados. 

El pasado martes, en el primer caucus, el gobernador tampoco logró amarrar los votos de los senadores novoprogresistas.

“Cada uno habrá de asumir sus responsabilidades de cara a las consecuencias que el gobernador claramente expresó”, advirtió Rivera Marín, tras agregar que la Junta -con los poderes que ostenta- podría afectar el presupuesto. 

“Las consecuencias son que los empleados públicos no van a recibir su bono de Navidad y las otras partidas”, sostuvo en declaraciones a la prensa a su salida del salón.

Por su parte, Rivera Schatz dijo que cada senador votó de acuerdo con su conciencia y que luego de ello le dijeron en “múltiples ocasiones” al equipo del Ejecutivo que le podían dar espacio adicional a Rosselló para continuar con las negociaciones, pero rehusaron.

“No vamos a concurrir (con la Cámara). ‘Caso cerrado’, como dice una figura (de televisión)”, sentenció Rivera Schatz, en declaraciones separadas junto con el caucus. Los senadores Abel Nazario, Margarita Nolasco, Itzamar Peña, Nelson Cruz y Miguel Romero, fueron los cinco votos a favor de la derogación de la Ley 80.

“Lo que la Junta quiere, pone en peligro a 800 mil trabajadores”, sostuvo el líder legislativo. Dijo que ya abogados del Senado se preparan por si tienen que recurrir a los tribunales en contra de la JSF para defender el bono de Navidad y las demás partidas del presupuesto que podrían verse afectadas.

El presidente de la Cámara, Carlos “Johnny” Méndez, dijo por su parte que la derrota de las propuestas que buscaban derogar la Ley 80 no afectan el liderato del gobernador.

“Eso no afecta en nada ese el proceso legislativo. Aquí siempre se han quejado de que los legisladores son sellos de goma y hoy (ayer) demostraron que no son sellos de goma, y toman su propia determinación”, sostuvo Méndez.

“El Senado tomó una decisión que se respeta. Eso está dentro de sus prerrogativas como cuerpo. Nosotros, sencillamente, hicimos lo que teníamos que hacer”, dijo el líder cameral, quien no fue categórico en términos de si la Cámara se uniría al pleito que podría entablar el Senado en contra la JSF. 

“Eso es algo que el presidente del Senado y yo hablamos, pero nos tenemos que sentar a ver cuáles son los argumentos para entonces tomar una decisión”, sostuvo.

“Uno siempre tiene que tener al mal tiempo buena cara. Uno siempre se ha encontrado con situaciones difíciles”, añadió.

“El liderato del gobernador se ha visto debilitado en la medida en que lo ha subordinado a las pretensiones y caprichos de la Junta”, sostuvo el senador independentista, Juan Dalmau.

El senador popular Cirilo Tirado opinó, a su vez, que “esta pelea está casada” entre Thomas Rivera Schatz y Jenniffer González. “Lo que estamos viendo es un gobernador blandengue y que no tiene tampoco el apoyo del País”, sostuvo. 

Al cierre de esta edición, Primera Hora requirió una reacción de los miembros de la Junta de Supervisión Fiscal, a través de su portavoz de prensa, José Luis Cedeño, pero no hubo respuesta.