La comisionada electoral del Partido Nuevo Progresista (PNP), la planificadora Norma Burgos, defendió la contratación de su hijo como jefe de una oficina dentro de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), destacando que, además de que cuenta con las calificaciones para el puesto y fue aprobado por el resto de los comisionados electorales y la presidenta de la agencia, en su gestión ha logrado significativos avances y ahorros para la agencia. 

“Esa es una posición altamente especializada, y yo les invito a que vean su expediente. Él está sobrecalificado”, dijo Burgos sobre su hijo Roberto E. Benítez Burgos, quien actualmente ocupa el puesto de director de la Oficina de Sistemas de Información y Procesamiento Electrónico (OSIPE). 

Burgos añadió que su hijo accedió a asumir esa posición luego de que el partido se lo pidiera y en contra de los deseos de ella, pues además de que recibiría un salario considerablemente menor, dejaba atrás a su familia en Florida. Añadió que vino para atender el puesto por un tiempo limitado, para el periodo de las elecciones generales, y que luego le pidieron que se quedara un poco más para la realización del plebiscito de status. 

“Como no tienen por dónde atacarme, ni por mi labor, ni intelectualmente, pues fueron por la familia”, condenó Burgos, agregando que en la CEE no aplican “un montón de leyes y reglamentos”, incluyendo a las leyes de nepotismo. “Si fuera así (que aplicaran esas leyes) tenían que vaciar la mitad del edificio. Y tenemos evidencia de eso”. 

La presidenta de la CEE, Liza García, explicó que el contrato en esa agencia de Benítez Burgos es un nombramiento de confianza que hacen los comisionados electorales. 

Según detalló la presidenta, Benítez Burgos llegó a la CEE cuando Aníbal Vega Borges era el comisionado electoral del PNP y  Burgos era la subcomisionada. 

“Él fue nombrado el 24 de octubre de 2016, como subdirector de la OSIPE”, especificó García, aclarando que la ley electoral establece que el director y el subdirector de OSIPE son nombramientos recomendados respectivamente por el comisionado del principal partido de mayoría y por el segundo partido mayoritario. 

La presidenta de la CEE explicó que esos nombramientos pasan por la revisión de los comisionados electorales, quienes son los que pueden levantar alguna objeción. Para octubre de 2016, el Partido Popular Democrático (PPD) era la fuerza dominante, y el PNP era segundo. También había presencia del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Partido del Pueblo Trabajador (PPT). 

“Vega Borges solicitó a Roberto (Benítez Burgos). Y ninguno de los comisionados (electorales) presentó reparo a ese nombramiento”, dijo García. “Pasadas las elecciones, el 1 de febrero se nombró (a Benítez Burgos) como director de OSIPE. Se hizo siguiendo lo que dice el código electoral”, agregó la presidenta resaltando que la solicitud de febrero de 2017, época en que ya  Burgos estaba en la posición de comisionada electoral del PNP, la realizó Juan Guzmán, comisionado alterno del PNP, precisamente porque la comisionada Burgos prefirió inhibirse de hacerla ella misma teniendo en cuenta la relación de parentesco entre ambos. 

“Yo me inhibí en todo momento por la relación familiar”, insistió Burgos sobre la contratación de su hijo. 

La presidenta de la CEE también detalló que, pese a que la solicitud inicial para Benítez Burgos como director de OSIPE pedía el salario máximo de algo más de $9,000 mensuales, eso no se concedió y “aplicando las normas de ascenso”, se le otorgó una escala menor de salario, de $7,642 mensuales. 

Burgos contrastó el salario de su hijo con datos en los que asegura, que gracias a su gestión, se han logrado mejoras a la infraestructura de la CEE y economías por unos $2 millones. 

El asunto de la contratación del hijo de Burgos sale a relucir en momentos en que García culmina su término frente a la CEE, y la exsenadora ha dado a conocer su disponibilidad para asumir la presidencia de la agencia si el gobernador Ricardo Rosselló se lo pidiera. 

Pero Burgos descartó que se fuera a dar el escenario de que estuviera al mando de su propio hijo, entre otras cosas, porque su contrato acaba a finales de mes.