O’Neill tiene que aparecer.

Esa es la petición de Inés María Jelú, quien presentó una demanda en el tribunal federal en contra del hijo del exalcalde de Guaynabo, Héctor O’Neill Rosa, por un alegado patrón de hostigamiento sexual permitido en la alcaldía.

El abogado de la demandante, José Quetglas, presentó ayer una moción para que el tribunal ordene y obligue al exalcalde Héctor O’Neill a comparecer a una deposición.

Según el documento en poder de Primera Hora, la ya demandante agotó todos los remedios y formas posibles ante el municipio paralograr que O’Neill padre cumpliera con el acuerdo de declarar, sin embargo éste nunca se presentó a las citas. 

Se reitera en la moción que “la política no escrita” en el municipio de Guaynabo era que se permitía el acoso sexual y las relaciones entre personas de alto rango y sus subordinados.

“Ya en el descubrimiento de prueba se demostró que las mujeres que no aceptaban los avances sexuales del alcalde o de su hijo eran entonces víctimas de acoso y represalias”, reza el documento.

“Sin lugar a dudas, el exalcalde posee información relevante sobre los reclamos de Jelú en torno al acoso y las represalias”, agrega la moción. 

La petición surge porque ayer vencía la fecha límite que impuso el tribunal para concluir las deposiciones y el descubrimiento de prueba. 

“Jelú buscó y pidió, sin éxito, que el Municipio hiciera disponible a O’Neill García, para la deposición, tanto mientras era alcalde, como después de su renuncia”, argumenta el abogado.

Las tres fechas en las que el exalcalde habría dejados a todos plantados fueron: el 9 de mayo, el 17 de mayo y luego el 26 de mayo.

“En esas tres fechas el municipio canceló unilateralmente la comparecencia de Oneill García”, indica la moción.

El 19 de junio, dos semanas después de la renuncia de Héctor O’Neill como alcalde, Jelú escribió nuevamente al municipio advirtiendo que si no se cumplía el plazo acudiría en auxilio al tribunal.

En ese momento los abogado del municipio respondieron que el excalde  ya no sería testigo “y de comparecer invocaría la quinta enmienda (su derecho a no autoincriminarse) en cada pregunta relacionada con quejas, cargos, investigaciones, acuerdos, etcétera. No vemos el propósito de la deposición, pero si usted insiste entonces podemos coordinar”. 

Asimismo, el 22 de junio los abogados del municipio dijeron que O’Neill estaba fuera de Puerto Rico, que viajaría primero a República Dominicana y luego a Orlando y no se sabía la fecha de su regreso.

Según Quetglas, la conducta del municipio es una “pasiva-agresiva para abusar y dilatar los procesos con excusas engañosas”.

Jelú alega en su demanda que por tres años enfrentó un feroz patrón de hostigamiento sexual por parte de O’Neill Rosa, quien si bien no trabajaba en el ayuntamiento, tenía libre acceso por ser hijo del alcalde.

La conducta habría ocurrido desde el 2012 hasta julio de 2015, cuando Jelú se vio obligada a renunciar ante la inacción del municipio para detener el hostigamiento y el patrón de abuso laboral al que fue sometida luego de que se hiciera pública su denuncia ante el Departamento del Trabajo Federal.