Algunos de los padres y las madres que asistieron ayer a las escuelas del país para recoger las notas de sus hijos e hijas se manifestaron preocupados, aunque empáticos, con las implicaciones académicas que tendrá la controversia sobre la impugnación de la ley que reforma el sistema de retiro de los maestros.

Para Teresa Báez, una de las madres que acudió a la Escuela Central de Artes Visuales, en Santurce, a recoger las notas de su hija, la incertidumbre que enfrenta el magisterio con su plan de retiro le inquieta porque los educadores han demostrado buen desempeño en sus funciones y si se retiran, “van a venir muchos maestros nuevos que yo espero estén bien preparados para atender a estos muchachos”.

Mencionó que su hija, estudiante de décimo grado, le ha dicho: “Mami, todos los maestros de once se van, que son los que tienen más experiencia”.

 “Eso es lo que a mí me preocupa como mamá, ¿quiénes son los que van a atender a mis hijos?”, mencionó Báez.  

No obstante, Báez indicó que no puede juzgar a los maestros, decir si están bien o mal en sus reclamos, a pesar de la posibilidad de que la educación de sus hijos e hijas se afecte por el desenlace de la controversia que está ante la atención del Tribunal Supremo y que podría degenerar en una huelga magisterial.  

 Asimismo Nelson García, padre de una estudiante de séptimo y otra de noveno grado,  destacó empatía con el magisterio al apuntar que el retiro es fundamental para su futuro porque no reciben seguro social. “Los maestros están luchando por algo que es lo único que tienen para su retiro”, dijo García.

Tania Rodríguez también destacó inquietud a causa de la controversia porque “si los maestros no están contentos pues quizás se puede ver (ese ánimo) en el salón de clases”.  

Virginia Guerrero, madre de una estudiante de séptimo, dijo que “espera que los maestros salgan bien con esto porque he visto como estos maestros aquí se fajan”. Señaló que la educación, la seguridad y la salud de un pueblo son tres áreas de Gobierno que se deben proteger.

“Yo educo a mi hija en mi casa a base de valores y principios, pero en la escuela como tal es su educación  y yo entiendo que un maestro  que trabaje contento, un maestro que trabaje a gusto, que trabaje con el deseo que quiere trabajar, va a ayudar a mi niña y me le va a dar lo que yo espero que de”, apuntó Guerrero.

La Ley 160 que reformó el Sistema de Retiro para Maestros se encuentra ante la consideración del Tribunal Supremo. Ya se presentaron los argumentos finales y ahora se espera por la decisión del alto foro en cuanto a la constitucionalidad del estatuto que el gobierno aprobó para proteger su solvencia económica aunque, por el otro lado, el magisterio argumenta que le reduce sus pensiones.