Una cosa es si la quieren o no, o si la conocen;  y otra es el asunto de la resignación a la Junta Federal de Control Fiscal. El punto es que en eso sí parece que casi, casi hay consenso en la Isla.

La mayoría de los entrevistados por Primera Hora conoce sobre la Junta de Supervisión Fiscal para Puerto Rico, que se establece bajo el proyecto HR5278, aprobado ayer en el Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Aunque confesaron que dependen de los medios de comunicación para ampliar sus conocimientos, casi todos coincidieron en que no hay mucho que hacer para evitar que finalmente sea una realidad la junta nombrada por Washington y que tendrá, por encima del Ejecutivo de la Isla, la tarea de reestructurar la deuda.

La medida pasará a votación a la Cámara baja del Congreso, próximamente.

Para Carmen Eliza Arroyo, de Río Piedras, la situación que vive la Isla ha pasado “en otros estados” y estos han podido superar sus problemas. “Estamos en un periodo que cualquier alternativa es necesaria que se ponga en efecto… (La junta) no la veo mal, es parte de una vida que nosotros decidimos tener porque nos dijeron unas cosas y la gran mayoría de la gente, teniendo los datos ahí, no quiso verlos. Y no tiene nadie culpa de lo que tú no quieres ver porque ahí está la realidad”, sostuvo.

Mencionó que es  “alguien tiene que decir basta y de ahí en adelante comenzar de nuevo. Es triste, realmente no sé qué va a pasar. Sencillamente estoy preparada a pasar por malos momentos con la esperanza de que mejoremos. Hay unas cosas que hay que hacer, nos duela a quien nos duela”.

A su juicio, “hay unas alternativas que debieron tomarse hace tiempo pero no lo hicieron. Todo el mundo tuvo la oportunidad de decidir. La gente decidió estar donde está porque no estaban ajenos a una realidad, a unos datos…”.

Añadió que siempre supo “que éramos colonia, y eso para mí no significa nada. Yo siempre fui parte de una colonia y siempre tuve la esperanza de que se tomaran unas decisiones, y menos voy a creer que esta mal (la junta) cuando yo realmente admiro la nación americana. Siempre he querido ser parte de ella… tengo una ciudadanía que me favorece por encima de montones de otras personas…”.

Por su parte, Marta, vecina de Bayamón, opinó que “una vez más (hay) alguien interfiriendo con lo nuestro y nos están queriendo decir que aquí lo que hay es un chorro de ineptos que no saben bregar sus asuntos… Si a mi casa llega un extraño a decirme: ‘mire, vengo aquí a organizar sus asuntos fiscales, ¿qué me está diciendo? Que usted no sabe llevar el presupuesto de su casa”.

A Ángel López Santana de Vega Alta, le parece “fatal” que un grupo de personas tome “las riendas de este gobierno para decidir por la persona que nosotros se supone que elijamos y que sea la que lleve los destinos de este País”.

Sobre la junta, sostuvo que aún no se sabra si esta funcionará.

“Tal vez esta persona tomé esta decisión que a nadie le gusta. Si funciona o no eso se sabrá de aquí a cuántos años, entonces se se sabrá si es beneficiosa o no. Pero, si no se sabe administrar hay que buscar a alguien que lo haga, aunque no nos guste. A mí no me gustaría que fueran a mi casa a mandar”, agregó.

De su parte, Gisela Santiago de San Juan consideró el tema “un tanto delicado porque sería una manera de decir, si no podemos administrar nuestro País. Obviamente sabemos que esto va a traer consecuencias. La gente se cree que porque llegue la Junta Fiscal se resolvieron las cosas y yo no creo que los federales, por así hablar de ellos, tengan tan buena disposición que vamos a llegar aquí a arreglarlo sin que eso tenga unas consecuencias mayores”.

Dijo que independientemente se apruebe la junta o no, no la justifica “de ninguna manera”.

“Obviamente, si la aprueban y viene, pues uno no puede ser como el salmón que va contra la corriente, pero creo que no es justificada y mucho menos necesaria”.

Para el boricua residente en el estado de la Florida, Gonzalo Aponte, la junta “es lo único que va a arreglar a Puerto Rico nos guste o no. Necesitamos gente que controle nuestros gastos porque hemos demostrado que no tenemos la capacidad, o la tenemos pero hemos hecho mal uso de los fondos que nos manda Estados Unidos”.

Aponte, quien tiene a su hija en la Isla y dice que se mantiene al tanto de la situación de Puerto Rico, dijo que aunque “tenemos gente capacitada, han hecho mal uso de los fondos y por eso es que estamos donde estamos. Puerto Rico es un paraíso pero lamentablemente no hemos podido controlar o saber manejar los fondos que nos envían de Estados Unidos. Si nos están dando dinero van a pedir cuentas”, agregó.

Almeda Almeida, cubana que lleva 36 años viviendo en la Isla, comparó la junta con unas tutorías que le dan al que está mal en la escuela.

“Y no es tutoría de aquí, es tutoría de allá”, sentenció.

“Aquí hay que empezar desde arriba para poder mejorar esto. Hay demasiada dietas para los legisladores, se suben los salarios… se supone que aprendamos a resolver nuestros propios problemas… Yo creo que cuando aquellos (EE.UU.) digan sí o no, vamos a hacer algo, vamos a arreglar un poquito la deuda,vamos a darle un break, esos son los que tienen la última palabra”, argumentó.

Otro grupo de entrevistados en la zona este del País  movió la balanza a favor de una Junta de Control Fiscal para Puerto Rico.

En el sondeo informal, cinco de seis entrevistados recibirían con buena actitud la imposición de la misma.

Don Rafael Torres, oriundo de Fajardo, fue el único que rechazó de plano la idea de que  se imponga una junta con poderes para decidir sobre los planes fiscales, presupuesto, revisar leyes y pasar por encima de las normas de la isla para proyectos de emergencia.

"No quiero que los americanos se aparezcan por ahí a decidir sobre nada de nosotros. No lo veo con buena fe. Que se queden por allá", puntualizó.

En cambio,  para su amigo Juan Robles un ente externo fiscalizador "es lo que hace falta para frenar a los buitres y riquitos del país".

"Por mi, que llegue hoy mismo la Junta para que se acabe el abuso de la gente de dinero. Eso favorecerá al pueblo y a los pobres", expresó el ciudadano.

Por su parte, Willie Rosario, opinó que con la aprobación del proyecto federal 5278 en Puerto Rico ocurrirá un cambio que "por fin echará pa' lante a esta isla bella… Está bueno ya, que se acabe de aprobar para que terminen con esta pendej…", dijo eufórico el pensionado.

Hubo otros como don Ormedis Matos que se aventuraron a pensar que con la Junta llegarán beneficios para el pueblo, entre ellos,  la eliminación del Impuestos sobre Ventas y Uso (IVU).

"Lo mejor de esa Junta es que tendrá la facultad de eliminar leyes como el chavao IVU. Es un abuso que le cobren a uno 11% de impuestos en cada compra. Ya verás que la Junta eliminará eso. Esa Junta viene para terminar con los abusos de los grandes y poderosos. Por eso es que ellos no lo quieren", expresó Matos.

Mientras, doña Wilma Vélez, quien tiene un poco de dudas sobre cuáles serán las funciones de la Junta sobre el Gobierno, prefiere aferrarse a la idea de que el proyecto ayudaría a Puerto Rico a salir de la debacle económica que tiene al país "casi en una ruina"