Cientos de personas le dieron la espalda ayer a la orden judicial que mandaba abrir los portones del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico y optaron por mantenerse piqueteando y continuar impidiendo la entrada, como protesta ante los recortes proyectados de más de $500 millones en cinco años.

Poco después del mediodía unas 200 personas entre estudiantes, profesores, empleados y simpatizantes tomaron varios carriles de la Avenida José Celso Barbosa y allí cantaron múltiples consignas.

Algunos llevaban las caras cubiertas con camisetas, en abierto desafío al proyecto de ley aprobado el miércoles en el Senado que, entre otras cosas, criminaliza la interrupción de labores en instituciones educativas y elevaría a tres años las penas de cárcel si se comete delito con el uso de máscaras, capuchas o antifaces.

Un joven que solo se identificó como “Torito” indicó que el proyecto de ley le parecía irónico en la medida en que se pretende castigar a personas que luchan por los derechos de los estudiantes de ahora y del futuro.

“Taparse es a veces nuestra única defensa contra los gases, y contra el carpeteo y la persecución política”, afirmó.

A poca distancia estaba Génesis Cumba, quien dijo que “aquí nadie quiere que la Universidad cierre, pero si la abrimos ahora, no vamos a conseguir nada. Eso no puede ser. Todos queremos una mejor calidad de vida y la Universidad es para eso. Quizás yo pierdo el semestre, pero estoy luchando para que mis sobrinos puedan tener una Universidad pública a la cual venir”.

Tras cerca de una hora de piquete, Carlos Collazo uno de los imputados de interrumpir las oficinas de la presidencia de la UPR hace unas semanas, hizo un llamado de los estudiantes a permanecer en los portones y resistir la apertura.

“A la Junta de Control Fiscal, al Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica, a José Carrión y a todos los vándalos con corbata: sepan que no hay miedo ustedes nos pueden meter tras las rejas, pero aquí van a venir 100 más por cada uno que escondan”, declaró.

 Por su parte, Mario González, quien debe comenzar una maestría en arquitectura en agosto, dijo que la presencia del profesor Avilés en los portones fue un show mediático, ya que es el favorito de la administración de Ricardo Rosselló Nevares para presidir la UPR.