VEGA BAJA. El Departamento de Educación presentó ayer un nuevo plan de seguridad para las 856 escuelas bajo su tutela, que descansa en la presencia de al menos un policía en cada uno de los planteles y en la instalación de modernos sistemas de vigilancia electrónica que permitirán el monitoreo remoto durante las horas en que no esté laborando el oficial. 

El sistema de vigilancia electrónica será manejado por la empresa Génesis y permitirá emitir alertas de manera remota cada vez que alguien irrumpa en algún plantel y viole el perímetro de verjas virtuales que se establecerá.

Al mismo tiempo, la situación podrá ser grabada y monitoreada a través de cámaras de seguridad, por personal en un centro de mando. 

Al hacer el anuncio en medio de una visita y demostración en la escuela Lino Padrón Rivera en Vega Baja, la secretaria de Educación, Julia Keleher, resaltó que “tan importante es la calidad del aprendizaje como la seguridad de nuestros estudiantes y maestros”. 

Agregó que trabajan activamente para establecer nuevas estrategias de seguridad en las escuelas.

Precisó que para el año académico 2018-1019 han asignado unos 1,600 oficiales de seguridad a las escuelas, cifra a la que se llegó por la cantidad de sucesos reportados en la plataforma de incidencias del DE y por oficiales de seguridad o personal de la Oficina de Seguridad Escolar, así como las particularidades de cada plantel en cuanto a su matrícula y otras circunstancias. 

Según Keleher, hay una reducción de 21% en los incidentes en horario lectivo, lo que atribuye a la asignación de los oficiales de seguridad. 

Sin embargo, al comparar las estadísticas del Comisionado de Seguridad Escolar con las del Negociado de la Policía, notaron un incremento en los actos vandálicos y escalamientos fuera del horario escolar.

El comisionado de Seguridad Escolar, César González, dijo que la estrategia de vigilancia con cámaras y perímetro virtual buscaría disuadir a posibles vándalos para que no lleguen a cometer el crimen, pues una vez pasan la zona virtual, se activa un aviso por altoparlantes.

Además, se avisaría a Génesis y a la Policía (estatal y municipal) para que intervengan con la situación reportada. 

“Queremos escuelas seguras, en el periodo en que están los estudiantes y también queremos garantizar que la propiedad y los equipos no sean vandalizados o hurtados”, dijo González, quien agregó que en el 2017 el DE gastó $2.5 millones en reparaciones de actos delictivos. 

En lo que va de año, han reportado 64 incidentes de robos en los planteles. 

Ante ese panorama se optó por el servicio de vigilancia electrónica, pues su costo de $24 millones supone poco menos de la mitad de lo que costaría asignar oficiales de seguridad nocturnos ($43.4 millones). La vigilancia electrónica se paga a través de fondos federales del programa Restart.